La Biblia dice que toda persona debe honrar a su madre, y Dios se complace cuando tomamos acciones concretas para cumplir con este mandato. Los hijos de todas las edades deben…

Amar a su madre incondicionalmente. Debemos cuidar a nuestras madres, sin importar cómo cumplan con sus responsabilidades maternas. Las mujeres asumirán de varias maneras el papel que Dios les ha dado. Pero todos los hijos están llamados a amar a sus madres, por el mero hecho de que el Señor la ha colocado en sus vidas.



Estar atentos a sus necesidades. Desde la infancia, el hijo se acostumbra a recibir de su madre. Razón por la cual puede ser fácil olvidar que ella también tiene necesidades. Piense en algo que su madre podría apreciar. Por ejemplo, ayuda doméstica ofrecida con alegría; o quizás, a medida que su madre envejezca, pueda necesitar ayuda para su bienestar físico o emocional. Algunas mujeres solo desean que sus hijos les expresen gratitud o consideración.

Vivir con rectitud. El mejor regalo que podemos darle a una madre cristiana es entregar nuestra vida a Jesucristo (Pr 23.22-25). Incluso una madre que no sea cristiana, sin duda se enorgullecerá de tener un hijo creyente cuya vida irradia amor, bondad y caridad.



Orar por ella. Nada es mejor que la oración. Hablarle al Señor acerca de nuestras madres, tanto en privado como en presencia de ellas, les recuerda que son importantes y amadas.

La manera en que usted agrade a su madre dependerá de la personalidad de ella y de la suya. Pero el Día de la Madre no es la única fecha para que le demuestre su amor y gratitud. Hónrela todos los días.

Fuente: Encontacto.org