Pedir un aumento de sueldo es una tarea de las más complicadas.
Descubre cómo pedir un aumento de sueldo y no dejar que los nervios te detengan con estas 6 recomendaciones.
Prepárate
Busca información del mercado, cuánto gana alguien con tu puesto; este es un primer paso con el que estarás poniendo un contexto a tu requerimiento. Y también mira hacia adentro de la empresa con aquellos que, en otras áreas, consideres que tienen responsabilidades relacionadas a las tuyas. Compara y analiza.
Conversa con tu jefe
Antes de tocar el tema del aumento, indaga cómo está la situación en tu área y en la empresa en general. Más allá de si esta es tu área o no, si las finanzas y proyectos a futuros de la organización no permiten un aumento, ya no se trata de buena voluntad solamente, y tendrás que pensar alguna otra solución.
Muestra tus resultados
En este caso son sinónimo de números; y serán el argumento más válido que puedes emplear, el más duro. No se trata sólo de decir que «te toca un aumento», sino de evidenciar con hechos que éste tiene tu nombre y apellido por el valor que agregaste al negocio desde tu trinchera. Puedes presentar gráficas, análisis históricos y proyecciones basadas en lo que ya implementaste: serán pruebas inevitables de tus logros.
Lenguaje apropiado
Para que la comunicación fluya, reflexiona en qué términos plantearás tu aumento; no conviertas este pedido en un debate sobre la justicia social en el trabajo, ni pretendas que la única solución es la tuya. Enfócate en los hechos, sé objetivo y muy claro, sin mencionar a cuántos colaboradores los han reconocido con dinero o cuánto tiempo llevas tú en la empresa; estos datos no son los que hacen la diferencia.
Ten listo un plan B
No tienes garantías aún siguiendo los pasos adecuados de conseguir tu mejora salarial; entonces ¿qué hacer si te lo niegan? Tienes que pensarlo previamente: ¿Podrás seguir trabajando con tu inspiración intacta? De tu respuesta a esta pregunta depende el plan a seguir. Si es afirmativa, se tratará de seguir con tu trabajo y resultados, que te digan que no una vez no significa que será para siempre. Si en cambio la respuesta es negativa, entonces desde antes de pedir el incremento deberás pensar en tu posible salida y cómo la manejarás.
Sé un profesional antes que nada
No puedes hacer de esta situación un drama personal con portazos, gritos o llantos frente a los jefes. Somos adultos, ya que la ley no permite otra cosa, y debemos estar a la altura de las circunstancias. Nadie está obligado a reconocerte económicamente aunque tengas razones, justificaciones o no. Y tú tampoco estás forzado a quedarte en un lugar que ya no te sientes cómodo: todo lo demás sobra.
Finalmente
Recuerda que se trata de un aspecto normal en la vida laboral y así manéjalo; más allá de los nervios o inseguridades naturales que puedas manifestar, ya verás que una vez que hayas pasado por ello, sea cual sea el resultado, te parecerá que te habías preocupado demás.
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