Los Golden State Warriors serán a partir del jueves el segundo equipo en la historia de la NBA en disputar cinco finales consecutivas. Enfrente, los Toronto Raptors disputarán la primera en su 24 años de vida. Los primeros buscan la dinastía con un futuro incierto. Los segundos, también con interrogantes, alargar un sueño que esperan hacer realidad.
Solo los Boston Celtics, con 10 seguidas entre 1957 y 1966, comparten hito con los actuales campeones, que han levantado el título en tres de las últimas cuatro campañas.
En 2017 y 2018, el estelar alero Kevin Durant fue elegido Jugador Más Valioso de ambas finales al aplastar en ambos casos a los Cleveland Cavaliers de LeBron James.
Y, aunque los Warriors vuelven a la última instancia con la vitola de favoritos, tendrán que pelear durante los dos primeros juegos en Toronto para intentar solventar la más que posible ausencia de Durant y el pívot DeMarcus Cousins, ambos lesionados y que serán duda hasta el final.
Con los dos sanos, Golden State ha dejado dudas a lo largo de la campaña debido a su irregular esfuerzo defensivo y algunos problemas de química, lo que los llevó a terminar la temporada regular con el tercer mejor récord (57-25), por detrás de los Milwaukee Bucks (60-22) y de los propios Raptors (58-24).
Ahora, sin Durant y con su sustituto natural, Andre Iguodala, también entre algodones, los de la Bahía de Oakland tendrán que recurrir de nuevo a sus Splash Brothers, con Stephen Curry y Klay Thompson en su mejor versión tras la lesión del alero, y al ala-pívot Draymond Green, quien está recordando a aquel jugador único que revolucionó la liga.
Sin Durant, los Warriors han recuperado la dinámica que los llevó a ganar el título en 2015 y conseguir el mejor registro de la historia en 2016 (73-19) a pesar de caer en la Final contra los Cavaliers (4-3).
Pero su diferencial en playoffs es el más bajo desde que 2015: en las primeras tres rondas «solo» han ganado a sus rivales por una media de 6,2 puntos, dejándose dos encuentros frente a Los Angeles Clippers en primera ronda (4-2) y otros dos frente a los Houston Rockets en la segunda (4-2), antes de barrer en la pasada a los Portland Trail Blazers (4-0).
– Imparable –
Enfrente, los Raptors ya han firmado el mejor resultado de su historia en sus 24 años de vida. Pero no se conforman.
«Vamos a saborear este momento pero esto no se ha terminado», advirtió la estrella de los canadienses Kawhi Leonard.
El exalero de los Spurs, en una demostración memorable, encontró fuerzas para frenar al griego Giannis Antetokounmpo y aplastar a los Bucks en la final del Este, cambiando absolutamente la serie cuando empezó a defender directamente al europeo.
El MVP de la Final en 2014, uno de los mejores defensores exteriores de siempre, ha perfeccionado su estilo ofensivo hasta convertirse en una máquina eficiente que no malgasta tiempo en gestos técnicos innecesarios.
«Kawhi es el mejor jugador del mundo y somos felices de que esté en Toronto», dijo el presidente nigeriano de los canadienses, Masai Ujiri, tras ganar el Este.
«No me importa ser el mejor jugador. Quiero ser el mejor equipo», respondió Leonard luego de haberse convertido en su primera campaña en Toronto en el tercer máximo anotador de la historia de la franquicia en Playoffs, solo por detrás de su compañero Kyle Lowry y del escolta DeMar DeRozan, por el que fue traspasado el pasado verano boreal.
– Marc en busca de Pau –
Para tener opciones de ganar su segundo anillo de campeón, Kawhi deberá continuar con su estratosférico nivel, tenga o no enfrente a Durant en los primeros encuentros.
Mientras, los actores secundarios de Toronto tendrán que apoyarle: el base Lowry, el ala-pívot camerunés Pascal Siakam, el banco y el pívot español Marc Gasol que, en caso de alzarse con el título, se uniría a Pau como los primeros hermanos en la historia de la liga en haber ganado el campeonato.
Pau ya se coronó con los Lakers en 2009 y 2010 y, este año, aunque no pudo jugar en los Playoffs por una lesión en un pie, se quedó a las puertas de la Final con los Bucks.
Ahora seguirá con atención lo que haga Marc, llegado desde Memphis al cierre del mercado de fichajes y que dio una nueva dimensión al juego interior de los canadienses, uno de sus puntos fuertes junto al hispano-congoleño Serge Ibaka.
Tras haber reinventado el juego, ganar cuatro anillos en cinco años elevaría a estos Warriors a formar parte de la discusión por el mejor equipo de todos los tiempos antes de un verano boreal lleno de incertidumbres que podría ver cómo Durant, Thompson o Cousins hacen las maletas como agentes libres.
Los Raptors, por su lado, también podrían perder a Leonard a partir del 30 de junio pero tienen el factor cancha a favor, la ilusión por las nubes y la tranquilidad de saber que, pase lo que pase, ya son el mejor equipo de la historia de la franquicia.