Roma, Italia. La ONU pide a la comunidad internacional que invierta con «urgencia» a favor de los jóvenes en las zonas rurales de los países más pobres del mundo, alrededor de 500 millones de personas, indicó este martes en Roma el FIDA.

«Se necesitan con urgencia políticas e inversiones eficaces para que los países más pobres del mundo puedan ofrecer un futuro a los cientos de millones de jóvenes marginados que viven en las zonas rurales», sostiene el nuevo informe del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA), cuya sede central se encuentra en Roma.



Siembra de ajo en Constanza, RD.

El estudio estima que unos 500 millones de jóvenes, alrededor de la mitad de la población joven de los países en desarrollo, viven en zonas rurales.

«La cifra aumenta a 780 millones al incluir las zonas semirrurales y periurbanas», precisa el documento realizado por el llamado «banco para los pobres» de Naciones Unidas.



«Estos jóvenes, que están propensos a sufrir pobreza y desigualdad, se enfrentan a una serie de obstáculos, como la falta de capacitación y desarrollo de habilidades, el acceso limitado a la tierra y al crédito, la escasa disponibilidad de insumos y vínculos deficientes con las redes sociales», sostienen los expertos.

El informe señala que la situación es particularmente preocupante en África subsahariana, donde se prevé que el número de jóvenes en las zonas rurales aumente de 105 millones en 2015 a 174 millones en 2050, un incremento del 70% en países que a menudo carecen de las herramientas para enfrentarse a los desafíos que vendrán.

«Dejar de adoptar medidas conlleva el riesgo de crear una generación de jóvenes perdida, sin esperanza y sin objetivos, lo que agrava el riesgo de que se produzcan migraciones económicas forzosas y aumente la fragilidad”, advirtió el presidente del FIDA, Gilbert F. Houngbo.

El informe señala que de los jóvenes que viven en las zonas rurales, semirurales y periurbanas, un 67% lo hace en regiones con buen potencial agrícola, si bien muchos carecen de acceso suficiente a los mercados.

«Se debe actuar sin demora para prevenir una crisis mayor», destaca el informe, que también hace referencia a las repercusiones del cambio climático sobre la agricultura en general, y a la necesidad de aprovechar las oportunidades que ofrece el avance de la revolución digital en el mundo en desarrollo.