Cada vez más jóvenes presentan estas venas alteradas en sus piernas. Existen tratamientos efectivos, pero también puedes evitar su aparición cambiando tu estilo de vida. Conoce lo que dicen los expertos.

Las várices y arañitas ya no son una señal exclusiva de mujeres y hombres de edad avanzada. Los expertos en salud aseguran que cada vez hay más chicas jóvenes y adolescentes padeciendo estas venas dilatadas e inflamadas.



De acuerdo con el experto consultado por el portal La Nación, el flebólogo Óscar Gural, esta enfermedad, comúnmente hereditaria, se comienza ha manifestar tempranamente por el aumento en el uso de anticonceptivos en chicas entre 14 y 15 años.

“La toma de anticonceptivos sin control, el estilo de vida, el estrés, el hecho de ser mujer, de tener movimientos hormonales, los embarazos, la obesidad, la constipación, el esfuerzo laboral reiterado, el ejercicio de alto impacto, todo suma para que se compliquen las várices”, detalló el experto.



La Universidad de Stanford sugiere que la causa principal de este padecimiento es por la vida sedentaria y el sobrepeso de una persona, según un estudio que realizaron en 2018. Cada vez más, los jóvenes dedican prolongadas horas a estar frente a dispositivos electrónicos o sentados en sus lugares de trabajo que realizando una actividad física.

Ahora existen tratamientos innovadores y, quizá, menos dolorosos, como la terapia láser endovenosa o el tratamiento láser. Pero si no puedes acceder a ello y tienes un alto porcentaje de padecer estas terribles venas inflamdas (porque tu madre o abuelita también las han paedcido), es mejor que comiences a tener cambios profundos en tu estilo de vida para minimizarlas o evitarlas.

* Bebe 2 litros de agua al día.

* Intercala el uso de tacones y tenis.

* Usa platillas de gel si es necesario.

* Camina, por lo menos, 15 minutos diarios.

* Utiliza las escaleras y evitar el elevador.

* Haz ejercicios de punta-talón aunque estés en el trabajo.

* Estírate siempre cuando llegues a casa tras una larga jornada.

* Eleva tus piernas. Si estás sentada o acostada trata de elevarlas por unos minutos.

* Aplica baños de agua fría en las zonas afectadas.