El alcalde de La Línea de la Concepción, en Cádiz, prohibió escuchar música de cualquier índole reguetonera durante el primer domingo de la Feria, que tuvo lugar ayer. Las multas para quien quisiera escuchar alguna canción prohibida en sus casetas sería (nada más y nada menos) de 700 euros.

Pero la cosa no se queda en las casetas y gracias a la (maldita) omnipresencia de los altavoces portátiles que se han ido propagando sin cesar, parece que la medida se ha extendido a toda la ciudad. “Si viene la policía, la cambio”, decían algunos a La Vanguardia. Así que los linenses se quedaron también sin poder escuchar la playlist del verano en sus botellones en la calle.



Todo se debe a que José Juan Franco Rodríguez, el alcalde de la Línea, decidió que bajo ningún precepto se oyese en sus calles ningún tema de J Balvin y defendía en la Feria, solo se debía escuchar música tradicional: “Nos vimos obligados a sacar un manifiesto que dejaba claro la música que se podía escuchar: flamenco, rociera o similar”.

El Domingo Rociero de la Feria (que en total dura dos semanas) se celebra como tradición en la localidad gaditana el primer fin de semana de julio y normalmente consiste en una reunión entre familiares y amigos comenzando la festividad de la jornada con paella y bailando a pleno sol. Por eso, el Ayuntamiento decidió velar por la tradición y los 20 agentes de policía que velaban por la seguridad de la Feria debían también actuar contra la música latina. Los señores han ganado, al menos esta vez, la lucha contra nuestra descomunal veneración al reguetón.