Esperar en el Señor suena fácil: solo oramos y esperamos su respuesta, ¿no es cierto? La verdad es que quienes desean ver una necesidad satisfecha, a menudo encuentran insoportable la espera. La próxima vez que Dios le pida que lo haga, recuerde estos requisitos hasta que Él responda:

Esperar en Dios requiere fe en Él. Andar por fe significa confiar en Dios, incluso sin saber cuándo o cómo resolverá la situación. La fe no puede funcionar sin humildad. En vez de exigir que Dios intervenga como deseamos, debemos confiar en su manera de actuar y en su tiempo.



Debemos someternos al Señor y descansar en Él. Estamos mucho más seguros al aceptar nuestra condición indefensa, que al intentar encontrar nuestra propia solución. Tratar de manipular nuestras circunstancias es una demostración de orgullosa autosuficiencia, no de humilde sumisión.



Necesitamos paciencia. Esta no es una cualidad innata; más bien, es fruto del Espíritu Santo. Él es quien puede darnos tranquilidad en medio de una situación difícil. La paciencia se basa en la confianza en el carácter, propósito y manera de actuar de Dios.

La espera requiere valentía. Los amigos y compañeros de trabajo siempre nos ofrecerán sus consejos, pero debemos esperar con valentía cuando nos digan que es momento de actuar. El temor a la crítica es el catalizador para tomar los asuntos en nuestras manos en vez de confiar en el tiempo de Dios.

Orar cuando preferiríamos actuar es difícil, pero esperar con fe, sumisión, paciencia y valentía, trae bendiciones que demuestran la fidelidad y la bondad de Dios.

Fuente Encontacto.org