La compañía estadounidense Apple anunció este viernes que suspendía el análisis de conversaciones de usuarios grabados por su asistente vocal Siri.

Esta práctica, la de grabar y posteriormente transcribir y analizar conversaciones para mejorar la calidad del servicio, es habitual en numerosas empresas del sector.



«Suspendemos a nivel mundial el programa para Siri el tiempo de reexaminarlo en profundidad», explicó el grupo en un comunicado. «Además, en la futura actualización del programa, los usuarios tendrán la oportunidad de participar o no en la mejora del servicio.



Al igual que sus rivales Amazon, Google o Microsoft, Apple hace analizar por trabajadores subcontratados ciertas grabaciones hechas por su asistente para asegurarse que entiende de forma correcta tanto el tono y acento de la personas que habla y que interpreta el sentido de las búsquedas. Según Apple, se escuchan menos del 1 % de las peticiones.

La decisión de la compañía de Tim Cook llega después de que varios medios recogieran declaraciones de exempleados que aseguraban haber escuchado conversaciones grabadas por error, en algunos casos, personales o íntimas.

El grupo basado en Cupertino (California) no es el único en el punto de mira: el jueves, una autoridad local alemana logró que Google suspendiera el mismo tipo de práctica en toda la Unión Europea.

La Oficina de Protección de datos de Hamburgo anunció en efecto que Google se había comprometido a que «las transcripciones de grabaciones vocales no sean utilizadas durante un periodo de al menos tres meses a partir del 1 de agosto de 2019″ en todos los países europeos.

Esta autoridad estima que los asistentes en general, ya sean comercializados por Google, Amazon o Apple, presentan un riesgo elevado para la confidencialidad y la protección de la vida privada de las personas».

El medio belga VRT reveló en julio que había podido escuchar más de un millar de grabaciones de aparatos localizados en Bélgica o Países Bajos, de los cuales 153 captados de forma accidental.

Ente ellos, los usuarios discutían sobre temas como su vida amorosa o sus hijos, y daban informaciones privadas como sus direcciones personales.