Los dominicanos se preparaban para enfrentar a Dorian, la tormenta tropical que según los expertos se convertirá en huracán a su paso por el país caribeño, previsto para la noche del miércoles.
La Oficina Nacional de Meteorología emitió este martes una alerta de condiciones de tormenta y huracán, que se suma a la situación especial declarada para la franja costera este, noreste y sur del país.
En la capital Santo Domingo, pobladores de los barrios más cercanos a la ribera del río Ozama, como La Ciénaga y Gualey, se alistaban para evacuar en caso de crecida del afluente.
«Estamos listos para irnos, porque aquí en cuanto llueve el río crece y esto se llena de agua. Pero tenemos miedo de dejar nuestras cosas, no tanto por el agua como por los delincuentes», comentó a periodistas Cornelia Díaz, residente de La Ciénaga.
Debido a la alerta, desde el amanecer del miércoles todas las embarcaciones deberán permanecer en puerto ante posibles vientos y marea alta.
Asimismo, el Centro de Operaciones de Emergencias (COE) prohibió el uso de playas y ríos, y los deportes acuáticos, así como las actividades recreativas en montañas.
En las próximas horas «se variarán las alertas, luego de la coordinación con todos los organismos que integran el COE», declaró a la AFP el subdirector del organismo, José Luis Germán.
Por su parte, el vicepresidente de la Asociación Dominicana de la Industria Eléctrica (ADIE), Manuel Cabral, aseguró a la prensa que «las generadoras están preparadas para resistir el paso de la tormenta».
