Nueva York, Estados Unidos. Una ínfima fracción de las estatuas de Nueva York, Londres o Sídney rinden homenaje a mujeres, y para remediar esta desigualdad una pareja de artistas australianos develó esta semana 10 estatuas de mujeres en Manhattan, en la primera etapa de un proyecto de vocación internacional.
Las estatuas de bronce de más de dos metros de alto se alinean sobre la Sexta Avenida, cerca del Rockefeller Center. Entre ellas figuran la primatóloga inglesa Jane Goodall, la escritora estadounidense-zimbabuense Tererai Trent y las actrices australianas-estadounidenses Nicole Kidman y Cate Blanchett.
Entre las estadounidenses están también la conductora de televisión y empresaria Oprah Winfrey, la campeona olímpica de gimnasia Gabby Douglas, la astronauta Tracy Dyson o la cantante Pink, todas representadas en una postura más bien gloriosa, con una flor de su elección a sus pies.
Los dos artistas, Gillie y Marc Schattner, destacan que las estatuas de mujeres en Nueva York, Londres o Sídney son solo 3% o 4% del total, si se excluyen «las figuras simbólicas que adornan las fuentes o las fachadas (…) esencialmente caparazones vacíos de un físico femenino idealizado».
Los Schattner, que colaboran desde hace 30 años y han adquirido notoriedad internacional por sus estatuas gigantes expuestas en los últimos años en lugares públicos de Sídney o Nueva York -entre ellas la estatua de tres rinocerontes blancos en el corazón de Greenwich Village-, decidieron «equilibrar las estadísticas».
Esperan que su proyecto pueda ser extendido a otros países, incluido el Reino Unido y su Australia natal, para incluir «una mayor diversidad racial, de clase social, de competencias, de orientación sexual y de expresión de género», según su sitio web.
«Creo que es magnífico, estoy muy impresionada», dijo Leslie Daniels, una electricista de 46 años que caminaba frente a las estatuas. «Las mujeres contribuimos mucho a la sociedad, que nos ignora».
«Siempre estoy a favor de la emancipación de las mujeres, y todo lo que contribuye a eso es algo bueno», sostuvo Corinne Gudovic, de Chicago y de paso por Nueva York para un viaje de negocios.
La alcaldía demócrata de Nueva York se ha comprometido a erigir más estatuas de mujeres, y prometió instalar antes de fines de 2020 en Brooklyn una estatua de Shirley Chisholm, primera mujer negra electa al Congreso federal en 1968, en representación de Nueva York.