Defensores de la ecología se darán cita en Nueva York este viernes para una gran manifestación y una cumbre inédita de jóvenes, con la meta de presionar a los líderes mundiales reunidos en la ONU para que redoblen la lucha contra el calentamiento del planeta.
Además de la célebre adolescente sueca Greta Thunberg, de 16 años, que inventó las huelgas estudiantiles de los viernes, otros 500 jóvenes activistas de Estados Unidos, Europa, Latinoamérica, África o Asia llegarán a Nueva York para la primera cumbre de jóvenes sobre el clima, organizada el sábado por la ONU en su sede.
Pero antes, el viernes, participarán en una masiva protesta por el clima que se anuncia histórica.
Las «huelgas de los viernes» que Thunberg comenzó sola el año pasado en Estocolmo, frente al parlamento sueco, se han extendido a todo el mundo, y este viernes se anuncia como su apogeo.
La alcaldía de Nueva York, que acogerá durante la semana próxima varios eventos paralelos sobre el clima, autorizó a los alumnos a faltar a la escuela para asistir a la protesta.
Otra manifestación tendrá lugar el viernes siguiente, el 27 de septiembre, durante la Asamblea General de la ONU.
Las imágenes de decenas de miles de jóvenes bloqueando el tráfico en las calles de Manhattan «por nuestra casa que está en llamas» precederán la cumbre del clima de la ONU que comienza el lunes, a la cual asistirán un centenar de jefes de Estado y de Gobierno, incluidos la canciller alemana Angela Merkel y el presidente francés Emmanuel Macron.
También estará presente el presidente de Costa Rica, Carlos Alvarado.
Los líderes suscriben la idea de una urgencia climática, pero los activistas quieren detalles sobre sus planes, y sobre todo la respuesta a dos preguntas: ¿cuándo cerrarán sus últimas centrales de carbón? ¿Y cuándo los países dejarán de usar otras energías fósiles, como el gas y el petróleo?
– Temporada de malas noticias –
Unos 60 países se aprestan a anunciar planes sobre el clima reforzados, dijo a la AFP Alden Meyer, experto de la ONG estadounidense Union of Concerned Scientists (Asociación de Científicos Preocupados), pero en principio ninguno de los grandes emisores.
«Es una maratón, no una carrera corta», añadió.
La verdadera fecha límite es fines de 2020, cuando el Acuerdo de París obligará a los firmantes a revisar su balance. Pero se escudriñarán las señales enviadas, sobre todo por China.
Por ahora, solo Marruecos y Gambia tienen compromisos «compatibles» con el objetivo del Acuerdo de París de 2015, según el Climate Action Tracker, que hace un seguimiento de las promesas.
Para tener una chance de frenar el calentamiento climático del planeta a +1,5ºC (en relación al siglo XIX), el mundo debería ser neutro en carbono para 2050, según el último consenso de científicos que estudian el tema a pedido de la ONU.
Pero estamos lejos de esa meta. El año pasado hubo una lluvia de malas noticias. Nunca los humanos arrojaron al aire tanto dióxido de carbono como en 2018. Las canículas del verano boreal hicieron de julio de 2019 el mes más caluroso jamás registrado en la Tierra desde 1880. Los cuatro últimos años fueron los cuatro más calurosos.
Y los estudios revelaron que los casquetes polares se derriten aún más rápido de lo que pensábamos.
– Más allá de Greta –
Entre los 500 jóvenes de 18 a 29 años que participan en la cumbre del sábado, la ONU invitó a 100 con todos los gastos pagos, y compensará las emisiones de carbono de sus pasajes aéreos. Entre ellos se encuentran una empresaria ecológica de isla Mauricio y otro de Indonesia, fundadores de asociaciones ecologistas en Argentina o Guatemala, y muchos activistas.
De Brasil llegará el viernes Joao Henrique Alves Cerqueira, de 27 años, implicado en varias ONGs desde hace cinco años.
«Soy un poco escéptico, esta no es mi primera conferencia de la ONU», dijo a la AFP. «Pero algo está ocurriendo en este momento».
Confiesa su admiración por Greta Thunberg, pero añade que «seria formidable si el mundo escuchase otras voces que vengan del sur y de las comunidades indígenas».
Algunos son aguerridos en los mecanismos y la jerga burocrática de las negociaciones internacionales, como el francés Côme Girschig, de 24 años.
«Greta abrió una puerta», dijo este joven a la AFP. «Está muy bien tener en las calles a la juventud que se dice anticapitalista y quiere cambiar el sistema, ¿pero qué implementamos en su lugar?».
Este ecologista moderado es vegano y anti-avión, pero no es absolutista. «Si todo el mundo come menos carne una vez por día, es más eficaz que si el 5% de la población fuera totalmente vegana», afirma.
Quiere que el movimiento de jóvenes abandone el extremismo y proponga soluciones concretas.
