El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, dijo que su par estadounidense, Donald Trump, le llamó para expresar su solidaridad por las balaceras que dejaron 8 muertos el jueves en la ciudad de Culiacán tras un operativo fallido para capturar a un hijo del narcotraficante Joaquín «Chapo» Guzmán.

«Recibí llamada del presidente Trump expresando su solidaridad por los hechos de Culiacán», escribió López Obrador en Twitter.



«Le agradezco el respeto a nuestra soberanía y su voluntad por mantener una política de buena vecindad, sustentada en la cooperación para el desarrollo y el bienestar de nuestros pueblos», agregó.



El jueves pasado, un operativo para capturar a Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Chapo Guzmán, causó una batalla campal en calles de Culiacán, capital de Sinaloa (noroeste) entre hombres fuertemente armados y fuerzas de seguridad mexicanas

Según un balance oficial, los enfrentamientos dejaron 7 soldados y un civil fallecidos.

El hijo de Guzmán fue liberado tras una breve detención, lo que acarreó fuertes críticas al gobierno de López Obrador, quien justificó esa decisión al señalar que «no puede valer más la captura de un delincuente que las vidas de las personas».

Este sábado, las calles de Culiacán permanecían sin actividad, con la gran mayoría de los restaurantes y negocios cerrados, y no se veían patrullas o puntos militares de control.

– Más control de armas –

El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, detalló que en la llamada, López Obrador propuso a Trump un mayor control sobre el tráfico de armas desde Estados Unidos a México.

«Le señaló que la más alta preocupación de México son las armas. Las armas que vimos en Culiacán son armas calibre 50 que pueden fácilmente atravesar casi cualquier blindado, pueden destruir a una velocidad increíble y a distancias largas», dijo Ebrard a la prensa desde el sureño estado de Oaxaca.

Ebrard agregó que habría un encuentro entre autoridades de ambos países en los próximos días para discutir las medidas a tomar.

Consultada sobre la fecha y lugar de esa reunión la embajadora de México en Estados Unidos, Martha Bárcena, dijo que no se ha definido.

«Lo que se está tratando de encontrar es la metodología (…)  para el congelamiento del número de armas que están entrando a México», dijo desde Washington D.C.

«Ya está funcionando un grupo bilateral de alto nivel en materia de seguridad, con ocho grupos de trabajo, entre los cuales destaca un grupo sobre control de armas, que ya venía trabajando de años anteriores, pero que se está reforzando ahora», agregó.

Bárcena señaló que hubo una reunión de ese grupo días atrás y se esperan avances en relación a estrategias concretas en los cinco puertos de entrada en donde se dedicarán los esfuerzos para el control de armas.

– Impacto en la economía –

Por su parte, el secretario de Hacienda mexicano, Arturo Herrera, dijo que la situación de seguridad preocupan al gobierno mexicano por el impacto que pueden tener en la segunda mayor economía de América Latina.

«Los temas de seguridad obviamente son preocupantes por la implicación que tienen en la vida diaria de las personas, por las que pudieran tener en la economía, pero lo que tenemos que hacer es atacarlas y creemos que estamos abordándolas de manera correcta», dijo Herrera en el marco de las reuniones del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Ovidio Guzmán, de 28 años, es uno de los cuatro hijos que el Chapo, preso en Estados Unidos cumpliendo una condena de por vida por narcotráfico, tuvo con Griselda López Pérez, su segunda esposa.

El Chapo Guzmán, que llegó a ser considerado el narcotraficante más poderoso del mundo, se fugó en enero de 2001 de la cárcel de Puente Grande. Fue capturado de nuevo en febrero de 2014, pero 17 meses después protagonizó otra espectacular huida de un penal de máxima seguridad.

Fue detenido por tercera vez en enero de 2016 y un año después fue extraditado a Estados Unidos.

Tras un período de peleas internas, sus hijos han asumido el control del cártel, junto con su cofundador, Ismael «El Mayo» Zambada.