La Oficina de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (ONU) reveló que las siete semanas de protestas sociales y políticas en Haití han dejado un saldo de al menos 42 fallecidos, 19 de ellas a manos de las fuerzas de seguridad.

La portavoz de la ONU, Marta Hurtado, destacó que entre los muertos figura un periodista, que cubría las manifestaciones, y más de 80 personas heridas, nueve de ellas profesionales que daban cobertura a las protestas.



“Los bloqueos de carreteras y la violencia se han traducido en mucha gente, especialmente fuera de Puerto Príncipe, con graves problemas para acceder a alimentos, agua potable, medicamentos y combustible”, señaló Hurtado.



Los primeros actos de protestas se dieron hace 16 meses, cuando la población haitiana comenzó a manifestarse por las subidas de precios de los alimentos, la corrupción gubernamental y otras reclamaciones, y la actual es la cuarta oleada, con graves efectos en la educación, la sanidad o el transporte.

Hurtado dijo que, debido a las fuertes olas de violencia en la vecina nación, los escolares haitianos no han podido iniciar sus clases pese a que el curso comenzó oficialmente en septiembre, y que la mayoría de las edificaciones sanitarias tiene problemas de abastecimiento eléctrico, de combustible, alimentos o equipamientos médicos.

Denunció además un “alarmantemente alto” número de personas detenidas a la espera de juicio, debido al cierre de muchos juzgados locales por razones de seguridad.

También llamó a que las protestas sean contenidas y pacíficas, y admitió que el diálogo se ve limitado por el hecho de que el Gobierno haitiano se encuentra en un momento de reestructuración. Las protestas, que exigen la renuncia del presidente Jovenel Moise, se reanudaron a mediados de septiembre por la escasez de combustibles y se producen en el contexto de una sociedad plagada de corrupción, desigualdad, inseguridad, devaluación de la moneda y fuerte inflación.