El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, recibió este lunes en la Casa Blanca a los campeones de la Serie Mundial de béisbol, los Nacionales de Washington.
El presidente aplaudió la primera victoria de los Nacionales en la Serie Mundial, calificándola de «remontada histórica» y prediciendo que será el primero de muchos triunfos.
El equipo ha estado en una gira de celebración por la capital de la nación. La visita se produce solo 48 horas después de que desfilara por la Avenida de la Constitución, en el centro de la ciudad.
El relevista Sean Doolittle, quien junto con su esposa ha trabajado con refugiados sirios y veteranos militares y apoya los derechos de los homosexuales, no asistió al evento.
También entre los que no asistieron estuvieron el candidato al MVP de la Liga Nacional, el de origen mexicano Anthony Rendon, así como Michael Taylor, Joe Ross, los dominicanos Víctor Robles y Wander Suero y el mexicano Javy Guerra.
– EEUU se enamora de los Nats –
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«Estados Unidos se enamoró del béisbol de los Nats», dijo Trump a una multitud de jugadores y fanáticos de los Nacionales vestidos de rojo que se reunieron bajo un cielo soleado en la Esplanada Sur de la Casa Blanca.
«Simplemente se enamoraron del béisbol de los Nats», dijo Trump después de que la Marine Corps Band tocara una versión del tema musical del equipo, la canción infantil «Baby Shark».
«Eso es todo de lo que querían hablar», dijo el presidente. «Me gusta mucho más el béisbol de Nats».
Las visitas ceremoniales a la Casa Blanca por parte de los equipos ganadores de títulos deportivos se han vuelto controvertidas bajo el gobierno de Trump, quien fue abucheado ruidosamente en el Nationals Park cuando asistió al Juego 5 de la Serie Mundial contra los Astros de Houston.
Varios equipos se han negado a hacer visitas a la Casa Blanca o no han sido invitados, entre ellos los Golden State Warriors de la NBA, el campeón del Super Bowl de la NFL, Philadelphia Eagles, y la selección estadounidense de fútbol femenino que ganó el Mundial de Francia 2019.
La mayoría del equipo de los Nacionales asistió al evento con las notables excepciones del estelar tercera base Rendon y del relevista Doolittle.
No hubo una explicación inmediata de la ausencia de Rendon, pero Doolittle había anunciado con anticipación que boicotearía la ceremonia.
Trump felicitó a los Nacionales por convertirse en el primer equipo de Grandes Ligas de béisbol en Washington en ganar la Serie Mundial en casi 100 años.
Trump llamó a varios jugadores al podio para decir algunas palabras y abrazó al receptor Kurt Suzuki cuando hizo sus breves comentarios con el sombrero rojo «Make America Great Again».
El primera base Ryan Zimmerman, el único jugador que ha estado con la franquicia desde que llegó a Washington en 2005 procedente de Montreal (cuando eran los Expos), presentó al presidente número 45 de la nación con una camiseta de los Nacionales con su nombre y el número 45 en la parte posterior.
«Este es un honor increíble», dijo Zimmerman. «Y también nos gustaría agradecerles por mantener a todos aquí a salvo en nuestro país y continuar haciendo de Estados Unidos el país más grande para vivir en el mundo».
