Un futbolista croata mató a una gallina de una patada que ingresó al campo de juego con un grupo de aves provenientes de un gallinero aledaño, y producto de esa acción el árbitro le muestran la roja.
Como se puede observar en las imágenes, el jugador se enfureció a causa de la invasión y persiguió a las aves para expulsarlas de la cancha, antes de darle una patada en la cabeza a una de ellas que la mató inmediatamente: “Créanme, no fue intencional», aseguró el futbolista.
Tan pronto la gallina cayó muerta, el jugador procedió a tomarla de las plumas y lanzarla fuera de la cancha por encima de una cerca que la separaba de la propiedad.