Un joven se robó un helado de la mano de su dueño sin imaginar que estaba siendo filmado por cámaras de TV, que cubrían un partido de hockey en directo en los Estados Unidos.
El fanático aprovechó un momento de distracción del dueño del helado mientras observaba el teléfono de un amigo, para retirar el cono del soporte que lo sostenía.
Sigilosamente, el joven probó el postre a espaldas del propietario e incluso pretendía devolvérselo. Sin embargo, cuando el muchacho iba a colocar otra vez el cono en las manos de su dueño, el hombre ya se había dado cuenta de que algo faltaba en su mano y mientras trataba de entender lo que había sucedido, el pequeño ladrón desapareció entre la multitud con el helado