Brent Walker ha cogido un viejo Volkswagen escarabajo y le ha aplicado un tratamiento de restyling y rejuvecimiento espectacular. Lo ha dejado casi irreconocible. De hecho, ha dejado de ser un coche para pasar a ser una pareja de pequeños scooters a motor. Un concepto que ha bautizado con el nombre de “Volkspod”.
El observador que vea pasear a una de estas motos seguro que tiene la sensación de estar viendo algo familiar. Más de uno reconocerá la figura de las aletas delanteras y traseras de un clásico Volkswagen escarabajo. Y no se equivocará.
La carrocería de las pequeñas motos están compuestas por esas aletas. Un perfecto trabajo de corte, soldadura y pintura consigue que los pilotos delanteros y traseros sean completamente operativos.