Estrellas que valoran la puntuación de sus perfiles, algunas incluso reconociendo que les sirve de motivación, otras que usan el videojuego como simulación: ciertamente, el impacto del taquillazo del NBA 2K20 sobre la liga norteamericana real es manifiesto.

Cada año, un mes antes del comienzo de la temporada, sale a la venta el último ‘2K’, una cita marcada en rojo por el planeta NBA y esperada con impaciencia por los propios protagonistas del juego, deseosos de conocer su nota.



El departamento de marketing del videojuego, desarrollado en asociación con la NBA y la Unión de Jugadores (NBPA), fomenta la divulgación de esas notas, a veces involucrando a jugadores como el armador Damian Lillard presente durante el último lanzamiento. «¿Tengo un 93? Está bien, me deja margen para progresar», dijo la estrella de Portland.



El alero de Boston, Jayson Tatum, filmado en vivo, se tomó mal su descenso de 87 a 85 puntos. Junto a él estaba Ronnie Singh, el gurú de las notas a quien dirigen sus quejas los agraviados, mientras otros celebran su valoración.

«Algunos jugadores incluso contactan directamente a Ronnie para conocer su calificación», dicen desde 2K Sports, orgullosos del ‘influencer’ que ha forjado amistad con estrellas como el base de los Celtics, Kyrie Irving.

«Si la nota es baja o no está a la altura de sus expectativas, los jugadores lo sienten como una falta de respeto», resume a la AFP el pivot francés de los Utah Jazz, Rudy Gobert.

– Evaluación continua –

Los desarrolladores de Visual Concepts explican que su método se basa en las estadísticas oficiales de los jugadores, combinadas con una multitud de otros factores, individuales y colectivos, que permiten evaluar cada uno de sus atributos. Todo se analiza de cara a establecer una clasificación puesto por puesto.

«Son representaciones numéricas perfectamente exactas de los jugadores», avanza 2K Sports, que «toma en cuenta sus actuaciones durante la temporada para ser reevaluadas».

Una explicación asimilada por el poste Hassan Whiteside en 2017, quien prometió «encadenar buenos partidos para mejorar (su) nota». Lo mismo pasó este año con el novato Zion Williamson, primera elección global del Draft por parte de Nueva Orleans, tras firmar un acuerdo de colaboración con 2K Sports: «Es el sueño final, no necesito crear mi jugador, ya estoy dentro. Ahora, tengo que trabajar duro para mejorar mi nota», declaró.

El perfil de los jugadores, sus rostros, cortes de cabello, tatuajes y accesorios, también son examinados por los profesionales de la liga, retribuidos por el editor, Take Two Interactive, por el uso de su nombre e imagen.

El escolta francés Evan Fournier, de Orlando Magic, no tardó en reaccionar en redes sociales tras descubrir el avatar de su compatriota Vincent Poirier, pivot recién llegado a Boston. «Necesitamos hablar de la cara de @ viinze_17P», tuiteó con emoticones llorando de risa. Y Poirier respondió a 2K Sports: «No tengo una nariz así».

Richard Jefferson, excampeón de la NBA con Cleveland en 2016, cree que «nadie debería tomar este juego en serio», pero Gobert recuerda que la generación más joven sí, «porque creció jugando a 2K».

– LeBron, como en la vida real –

La mayor estrella del básquetbol, LeBron James, sigue disfrutando del videojuego a sus 35 años.

«Juego como lo hago en la vida real, lo que molesta a mis amigos: esperan que lance siempre, pero juego de la manera correcta, elijo y hago bloqueo y continuación, si me atrapan dos, encuentro tiradores… Si mi oponente está en racha, lo acorralo, juego básquetbol de verdad», detalló recientemente.

Este verano, antes de que Anthony Davis se uniera a él en los Lakers, James preparó su arribo en NBA 2K, probando sistemas y combinaciones.

«LBJ es un científico del básquetbol, no me sorprende», observa el consultor de beIN Sports Jacques Monclar, aunque aclarando que «el análisis real del partido suele ser más efectivo».

«El juego es capaz de inspirar a LeBron. Es realista, pero no real», dice Gobert.

A lo largo de los años, NBA 2K ha seguido integrando todos los aspectos de la cultura basquetbolística: la música, las zapatillas, los programas de entrevistas, contribuyendo así a la globalización de la liga.

«El juego es una bendición para la popularidad de la NBA», coincide Jacques Monclar, pese a recordar que «debemos poner las cosas en perspectiva: se trata, sobre todo, de un negocio».

Las cifras lo demuestran: en 20 años, se han vendido más de 90 millones de copias en todo el mundo, según el editor que firmó en enero un contrato de $ 1.100 millones por siete años con la NBA, tras aventurarse en los e-sports con la NBA 2K League.