Desde hace más de 30 años la organización internacional sin fines de lucro Hábitat para la Humanidad busca mejorar las condiciones de vida de millones de familias en más de 70 países, especialmente aquellas que no poseen suficientes ingresos para tener viviendas adecuadas.
Partiendo de la premisa de que “cada persona merece un lugar digno para vivir”, Hábitat Dominicana ha buscado responder a esas necesidades realizando más de 26.000 soluciones habitacionales e impactando a unas 135.000 personas en el país, así lo explica Cesarina Fabián, directora de Hábitat para la Humanidad en República Dominica.
“Un hogar brinda la fortaleza, estabilidad y autosuficiencia necesarias para que las familias puedan salir adelante y tener un mejor futuro, la base de Hábitat consiste en proporcionar un apoyo a las familias que así lo requieran, con la idea de que se empoderen y se sientan capaces de lograr por sí mismas un lugar digno para vivir”, afirma Fabián.
La directora explicó que “contribuyen al desarrollo del país con la mejora de la calidad de vida de familias que forman parte del déficit habitacional cualitativo y cuantitativo, mediante acceso a micro financiamiento para vivienda, con asistencia técnica en construcción y creando programas de educación financiera que apoyen a la disminución de ese déficit”.
Adicionalmente Fabián se refirió a que la vivienda es un ente catalizador que contribuye con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). La vivienda como proceso puede crear a la familia un sentido de lugar y pertenencia fomentando la cohesión de la comunidad. Además, tiene efectos en la familia ya que al construir de una manera adecuada se crea resiliencia y se reduce la vulnerabilidad a temas económicos, sociales y relacionados a eventos del clima.
La calidad de una vivienda tiene mayores implicaciones para la salud de las personas, según la OMS (Organización Mundial de la Salud). Dicha instancia en su informe indica que es evidente la vinculación entre la vivienda y la salud y como esto ha crecido sustancialmente en épocas recientes. Los cambios demográficos y climáticos están haciendo de la vivienda un elemento cada vez más importante para la salud.
Las malas condiciones de habitabilidad pueden exponer a las personas a una serie de riesgos de salud. La inseguridad de la vivienda, por falta de ingresos o cambios de domicilios por los alquileres exponen a una familia al estrés. La contaminación ocasiona numerosas enfermedades no transmisibles, daña la salud respiratoria y cardiovascular. La insuficiencia de servicios de agua y de saneamiento afecta la inocuidad de los alimentos e higiene personal lo cual facilita la transmisión de enfermedades diversas.