La tala de árboles endémicos continuó ayer en las Dunas de Baní en un abierto desafío a las autoridades, a pesar de que el ministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Ángel Estévez, junto a un grupo de funcionarios del área, realizaron un descenso el pasado viernes para comprobar el daño ecológico que invasores de tierra realizan en esta reserva científica.
La denuncia sobre la depredación en las dunas fue realizada por el obispo de Baní, Víctor Masalles. Comunitarios que por décadas han luchado por la preservación de las dunas, única en la región del Caribe, dieron cuenta al periódico Listín Diario en visita realizada al lugar ayer en la mañana que, a menos de 24 horas de la presencia del ministro allí, los depredadores seguían talando el bosque de este parque. “Aquí talaron el sábado y están talando hoy domingo (ayer), como si nada cortando árboles y tirando alambradas por todas partes”, precisaron.
El viernes 15 de este mes, el obispo Masalles denunció en su cuenta de Twitter que constituye una vergüenza el desastre ecológico de las dunas.
“Desaprensivos talan de manera indiscriminada el parque y parcelan este invaluable Patrimonio. Esto ocurre con la anuencia de las autoridades de Baní. ¡¿Quién salvará las Dunas de estos criminales depredadores?!”, clamó Masalles en su cuenta de esa red social, texto que acompañó de un vídeo en el que muestra el crimen ambiental en la zona. Listín Diario, cuya preocupación por el cuidado y preservación de este campo extenso de finas arenas azules, ricas en cuarzo y únicas en el Caribe, ha sido constante, editorializó sobre esta denuncia el jueves 21, día de la Virgen de Regla, patrona de los banilejos, bajo el título, “La voz que clama en el desierto”. “El LISTÍN promovió el 23 de diciembre del 2002 una cadena humana a lo largo de un amplio tramo de las dunas, para llamar la atención sobre el peligro de una intervención humana en ese ecosistema, pero las autoridades, desde entonces hasta hoy, se han cruzado de brazos”, indica la nota editorial.