Las criptomonedas, también llamadas monedas virtuales o criptodivisas, son dinero digital que no se corresponde con ningún tipo de billete o moneda. Actualmente las más conocidas son el Bitcoin y el Ether, aunque la creación de nuevos tipos sigue adelante.
Se pueden descargar de Internet, pero son más fácil de adquirir con una tarjeta de crédito. Existen lugares de intercambio, como CoinBase, donde se puede adquirir una amplia gama de monedas digitales. Otra opción para mantener las criptomonedas es en las denominadas carteras digitales.
Si estás pensando en comprar criptomonedas es necesario conocer las características de esta moneda virtual para saber qué debes hacer y no hacer con ella.
No están respaldadas por un gobierno
Las criptomonedas no se ven respaldadas por ningún gobierno, lo cual significa que no tienen las mismas protecciones que podría tener un dinero depositado en cualquier cuenta bancaria. Como hemos mencionado, estas monedas se guardan en monederos digitales proporcionados por una compañía y no por una entidad bancaria. Por esta razón, si el distribuidor pierde las monedas debido a un fallo informático el gobierno no puede actuar de ninguna forma como podría hacerlo con el dinero que se guarda en los bancos.
Su valor cambia constantemente
El valor de una criptomoneda está en constante fluctuación. Es conveniente ser cauteloso a la hora de adquirir estas monedas ya que una inversión que puede suponer miles de dólares un día, al siguiente podría tener un valor de solo cientos de dólares. Además, cuando su valor baja, existe una mínima posibilidad de que vuelva a subir.
Pagar con una criptomoneda
Las criptomonedas son muy útiles en muchos casos ya que son transferibles a través de Internet sin la necesidad de pasar por un tercero como podría ser un banco. La más popular es el Bitcoin, y ciertas empresas como Microsoft aceptan el pago de aplicaciones en las tiendas de Windows y Xbox. Otro de los usos más comunes es el pago de películas y juegos online como en el caso de los juegos de blackjack NetBet.
No obstante, es importante tener en cuenta las protecciones legales cuando pagas con una criptomoneda. Si algo sale mal, las tarjetas de crédito y débito cuentan generalmente con un seguro. Sin embargo, los pagos con este tipo de moneda suelen ser irreversibles y solo se puede recuperar el dinero si el vendedor lo reembolsa. Así pues, antes de realizar un pago es recomendable conocer los datos del mismo con el fin de comunicarse con él si surge algún problema. Cuando compres con ellas es posible que las devoluciones no sean en criptomoneda, así que averigua cómo será el reembolso y cómo calcula los cambios del valor el vendedor.
En cuanto a las tarifas de adquisición, la mayoría de intermediarios aplican alguna por el servicio. Esto no es de extrañar ya que sucede lo mismo cuando vendemos o compramos en bolsa. Asimismo, debemos saber que las transacciones con criptomonedas son anónimas, aunque es probable que parte de la información tuya se vuelva pública. Estas transacciones se pueden publicar en un registro contable público, como sucede en Bitcoin, por ejemplo.