Si eres de las personas que vive día y noche publicando una gran cantidad de selfies en Facebook o Instagram, pero nadie, absolutamente nadie (o a lo mucho solo tu mamá, tu tía, tu pareja o algún adulador) le da un like a esas imágenes, es muy probable que estés padeciendo de un mal llamado “pibonexia”.
Se trata de un “trastorno” que llega a crear una imagen distorsionada de la realidad haciéndoles creer a las personas que son bellas, aunque en verdad sean todo lo contrario. Este problema lo suelen presentar hombres y mujeres, jóvenes y adultos, que quieren aparentar algo que no lo son con la intención de proyectar una imagen distinta de ellos.
Quienes padecen de “pibonexia” crean una imagen distorsionada de su realidad creyendo que son atractivos, cuando en realidad no lo son. Foto Pixabay
El término, que no tiene ningún fundamento científico, fue creado por la comediante española Susi Caramelo, quien se declaró la primera persona en el mundo “autodiagnosticada” con esta enfermedad, cuyo nombre proviene del término “pibón”, que es un regionalismo español para referirse a una persona muy atractiva.
A pesar de que psicólogos aún no admiten la veracidad de este término, muchos han comenzado a utilizarlo para referirse a aquellos que, .
Según la comediante, esta situación, que es muy frecuente en redes sociales, solo demuestra una cosa: falta de autoestima.
Este fenómeno está presente en aquellas personas que suelen compartir de manera repetitiva fotos de sí mismos esperando ser reconocidos, envidiados y admirados.
De acuerdo a Susi, los hombres y mujeres que presentan pibonexia creen que tienen el mejor cuerpo y la mejor cara de del mundo y aunque sus amigos y familia les digan que no es verdad, ellos creen todo lo contrario.
En la teoría propuesta por la artista española en una de sus presentaciones, se analiza cómo las redes sociales distorsionan la imagen que las personas perciben de ella mismas y el cómo se muestran ante los demás. La comediante asegura que Instagram y Facebook se han convertido en los sitios perfecto para exponer la vanidad y el narcisismo y para intentar demostrar una ilusión y una falsa e inexistente belleza.
Con información de El Salvador.