El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo este miércoles que Irán «parece estar reculando» tras ataques contra intereses estadounidenses en Irak en represalia por la muerte de un importante general iraní, indicando que Washington no planea una nueva respuesta militar.

En un discurso televisado desde la Casa Blanca, Trump enfatizó que «no se perdieron vidas estadounidenses o iraquíes» por los misiles lanzados sobre dos bases militares en Irak que albergan tropas de la coalición internacional que lucha contra el grupo yihadista Estado Islámico.



Si bien prometió imponer «de inmediato» sanciones económicas adicionales contra Irán, acogió con satisfacción las señales de que Teherán «parece estar reculando» en la confrontación de ojo por ojo.



Sin embargo, Trump, que enfrenta tanto un juicio político en el Congreso como una dura reelección en noviembre, se ufanó de su decisión de ordenar el asesinato del máximo general iraní, Qasem Soleimani, el viernes pasado.

Soleimani, un héroe nacional en Irán, fue «el principal terrorista del mundo» y «debería haber sido liquidado hace mucho tiempo», dijo.

Más tarde, el secretario de Defensa Mark Esper aseguró que tras el ataque del 3 de enero que eliminó a Soleimani, Estados Unidos ha «restaurado cierto nivel de disuasión» sobre Irán.

Aunque Trump cerró su mensaje con un llamado a la paz, lo abrió declarando sin rodeos que nunca permitiría a Irán dotarse de un arma nuclear.

Luego, instó a sus aliados europeos y otras potencias mundiales a seguir el ejemplo de Estados Unidos y abandonar lo que queda del pacto internacional firmado en 2015 que buscaba limitar las ambiciones nucleares iraníes.

En Nueva York, el índice bursátil Nasdaq subió 0,67% a un máximo histórico de 9.129,24

– «Una bofetada» –

El ataque del martes contra las bases de Ain al Asad y de Erbil en Irak marcó un nuevo giro en la intensificación de la confrontación entre Washington y Teherán.

El líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jamenei, calificó la ofensiva como una «una bofetada» para Estados Unidos, pero dijo que la venganza estaba por venir.

«Ha ocurrido un incidente importante. La cuestión de la venganza es otro tema», dijo en un discurso transmitido en vivo por la televisión estatal.

Este miércoles, el jefe del Estado Mayor estadounidense, Mark Milley, consideró que los misiles iraníes disparados a las bases estaban «destinados a matar». Y atribuyó la ausencia de víctimas a «las técnicas defensivas» de las fuerzas, en lugar de a la intención de Irán.

El presidente iraquí, Barham Saleh, rechazó que se busque convertir a Irak en un «campo de batalla para bandos en guerra».

El ejército de ese país informó que no sufrió bajas en los 22 ataques con misiles, la mayoría contra la base de Ain al Asad.

A última hora del miércoles, dos cohetes, disparados por fuerzas no identificadas, aterrizaron en la zona verde de alta seguridad, donde se encuentra la embajada de Estados Unidos y las de otros países. Los corresponsales de la AFP escucharon dos fuertes detonaciones.

– Fuego, luego moderación –

Lanzado por primera vez desde Irán, el ataque fue muy inusual para un país que suele disfrazar sus golpes contra intereses estadounidenses usando fuerzas chiítas.

«Los misiles balísticos lanzados abiertamente desde Irán hacia objetivos estadounidenses son una nueva fase», dijo Phillip Smyth, experto en milicias chiítas.

Pero el ataque de Teherán, que se produjo poco después del entierro de Soleimani frente a grandes multitudes, parece haber sido más simbólico que cualquier otra cosa.

El analista iraquí Ramzy Mardini declaró a la AFP que «está claro que la intención de Irán no era infligir dolor ni causar justificación para que Estados Unidos tome represalias de manera importante. Tenía la intención de enviar una señal».

Los Guardianes de la Revolución advirtieron que cualquier contraataque estadounidense se encontraría con una «respuesta aún más aplastante» y amenazaron con atacar a los «gobiernos aliados» de Israel y Estados Unidos.

Sin embargo, el ministro iraní de Relaciones Exteriores, Mohamad Javad Zarif, pareció indicar en Twitter que Teherán se daba por satisfecho por el momento con «medidas proporcionadas en defensa propia».

Como reflejo de las profundas preocupaciones entre la oposición de Trump, la Cámara de Representantes de Estados Unidos, liderada por los demócratas, programó una votación para el jueves sobre la limitación de la capacidad del presidente republicano de librar una guerra contra Irán sin la aprobación del Congreso.

 – Condena –

La respuesta militar iraní a la muerte de Soleimani generó la condena mundial y también de la OTAN. La Unión Europea lo calificó de «escalada». El Reino Unido, Francia y Alemania denunciaron el hecho con firmeza.

La aparente baja en las agresiones no quita la presión sobre los 5.200 efectivos estadounidenses estacionados en Irak, donde Irán tiene estrechos vínculos con poderosas milicias chiítas.

Y los aliados iraníes en Irak dijeron que todavía tienen la intención de vengar el ataque estadounidense del viernes en el que el comandante paramilitar iraquí Abu Mahdi al Muhandis fue asesinado junto a Soleimani.