Los países europeos optaron este martes por una estrategia diplomática compleja para obligar a Irán a respetar sus compromisos nucleares sin activar nuevas sanciones, que terminarían con el acuerdo de Viena de 2015.
Francia, Reino Unido y Alemania, firmantes del acuerdo sobre el programa nuclear iraní, activaron el mecanismo de resolución de disputas previsto en el pacto en caso de violación de los compromisos.
«No nos queda otra opción, dadas las medidas adoptadas por Irán», anunciaron los jefes de la diplomacia de los tres países, Jean-Yves Le Drian, Dominic Raab y Heiko Maas, en un comunicado conjunto.
El 5 de enero, Irán anunció la «quinta y última fase» de reducción de sus compromisos nucleares como reacción a la salida unilateral en 2018 de Estados Unidos del acuerdo firmado en 2015, que dio paso a sanciones de Washington contra la República islámica.
«Al hacer esto, nuestros tres países no se suman a la campaña que tiende a ejercer una presión máxima contra Irán», agregaron, dejando entender que no querían unirse a la política de sanciones de Estados Unidos.
La activación de este mecanismo de resolución de disputas (MRD), que ya se había mencionado desde hacía varias semanas, podría restablecer de facto las sanciones de la ONU.
Los países europeos no quieren sin embargo «precipitar» esta hipótesis, sino presionar a Irán para salvar el acuerdo de 2015, subrayó París. «La preservación del JCPOA (acrónimo del acuerdo de Viena) es hoy más importante que nunca», abundó el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
– Aceptar las «consecuencias» –
Irán advirtió sin embargo a Francia, Reino Unido y Alemania de las «consecuencias» de esta iniciativa.
«Por supuesto, si los europeos (…) buscan abusar (de este procedimiento), tienen también que estar preparados a aceptar las consecuencias, que ya les han sido notificadas», declaró el ministerio de Relaciones Exteriores iraní en un comunicado poco después del anuncio de la medida.
Por su parte Rusia denunció estas «acciones irreflexivas» de los europeos, que podrían conducir a «nueva escalada» en torno al acuerdo.
Con esta iniciativa, los tres países europeos llevan la contraria a Donald Trump, quien los instó a abandonar el pacto y decretar nuevas sanciones el 8 de enero, tras la escalada militar surgida a raíz del asesinato del general iraní Qasem Soleimani por un disparo de dron estadounidense.
París, Londres y Berlín confían que la diplomacia y las negociaciones con Irán se retomen. Se trata no obstante de una apuesta arriesgada, que podría verse empañada con las nuevas manifestaciones contra el régimen de Teherán.
«Lo que quieren poner encima de la mesa a cambio de la marcha atrás iraní no está claro. Esto podría seguir haciendo mella en el marco del JCPOA», advirtió Ellie Geranmayeh, experta en el European Council on Foreign Relations (ECFR), en un tuit.
El primer ministro británico, Boris Johnson, no tardó en manifestarse y decir que estaba dispuesto a reemplazar el acuerdo de 2015.
«El presidente Trump es un gran negociador», afirmó en la BBC, al tiempo que llamaba a «trabajar juntos para reemplazar este acuerdo y obtener el acuerdo de Trump en su lugar».
Pero los británicos están «extremadamente apegados» al acuerdo, aseguran dos fuentes diplomáticas europeas, que relativizan las declaraciones del primer ministro. Dominic Raab desmintió cualquier giro en la posición británica.
Los europeos no pesan «mucho» políticamente y están divididos, afirmó Alex Vatanka, experto sobre Irán en el Middle East Institute de Washington, que cree que habrá un «acercamiento» entre Johnson y Donald Trump.
– «A ver qué pasa» –
Las señales enviadas por Irán estos últimos días parecieron alentadoras, ya que la conmoción provocada por la muerte de Soleimani hizo pensar en lo peor en un primer momento.
La República Islámica optó por una respuesta proporcionada, si bien es cierto que por primera vez lanzó misiles contra soldados estadounidenses, sin dejar víctimas.
Irán también reconoció que sus fuerzas armadas derribaron por error un avión de pasajeros ucraniano horas después de esa salva de misiles contra bases estadounidenses en Irak.
El presidente francés, Emmanuel Macron, quien intentó en vano organizar una reunión entre los presidentes Donald Trump y Hasan Rohani en 2019 para salvar el acuerdo nuclear iraní, sigue dispuesto a acercar a las partes.
«Consideramos que esta iniciativa francesa no ha fracasado. No hay otra alternativa. En este momento no hay otro líder capaz de hablar con todo el mundo y de decirle a todos lo mismo», asegura una fuente diplomática francesa.
¿Pero el presidente Trump, preocupado primero que nada por su reelección, sigue buscando un apretón de manos con el líder iraní, por más mediático que sea?
En esta inestable coyuntura, la ira suscitada en Irán por el derribo del avión ucraniano ha dado un giro espectacular a la situación.
«Viendo los hechos, Trump podría optar por un ‘regime change’ (cambio de régimen), decirse ‘de hecho, no quiero hablar con Irán, he cambiado de opinión, veamos a ver qué pasa», asegura Alex Vatanka.
Fuente: AFP