El príncipe Enrique llegó ayer por la noche a Canadá para reencontrarse con su esposa Meghan y su hijo Archie, a quienes no ha visto desde el polémico anuncio de su retirada de la familia real británica, informó la prensa.
El avión del príncipe, que despegó del aeropuerto de Londres Heathrow, aterrizó en Vancouver hacia las 19H00 locales (03H00 GMT del martes), según informó el diario Daily Mail. El periódico publica imágenes de un hombre vestido informalmente y con una mochila, que asegura que es Enrique.
La cadena de televisión Sky News también difundió imágenes de esta llegada a Canadá del príncipe.
Según el Mail, el nieto de la reina Isabel tomó discretamente otro avión para llegar a la isla de Vancouver, donde le esperan Meghan y Archie en la casa en la que viven desde hace varias semanas y donde pasaron las fiestas de fin de año.
La AFP no pudo confirmar esta información.
– «Gran tristeza» –
Las preguntas son muchas sobre la nueva vida que el príncipe y su familia tendrán en Canadá, que transcurrirá sin duda más alejada de la familia real de lo que él habría deseado. ¿Cómo va a ganarse la vida la pareja? ¿Quién va a pagar por sus servicios de protección? ¿Qué relaciones van a tener con la familia real?
El sábado, la reina Isabel II anunció que se había logrado un acuerdo familiar para respetar el deseo de su nieto de retirarse.
Pero la ruptura parece ser más radical de lo esperado ya que Enrique y Meghan ya no serán «miembros activos» de la familia real. Tampoco podrán usar su título de alteza real, aunque lo conserven, ni representar oficialmente a la reina, de 93 años.
Enrique, de 35 años, sexto en la línea de sucesión, también renunciará a sus funciones militares, a las que tenía un particular apego.
El príncipe se pronunció por primera vez el domingo sobre esta decisión que ha sacudido a la monarquía y ha dividido a la opinión pública y dijo sentir «una gran tristeza».
«Esperábamos seguir sirviendo a la reina, a la Commonwealth y a mis asociaciones militares pero sin recibir dinero público. Desgraciadamente, no va a ser posible», dijo, durante una cena con fines caritativos organizada en Londres.
Enrique se marchó de Londres el lunes después de un día lleno de actividades, que le llevó a participar en una cumbre de inversiones del Reino Unido en África, donde se reunió con varios jefes de Estado africanos y con el primer ministro, Boris Johnson.
Sin embargo, Enrique no estuvo presente en la recepción celebrada el lunes por la noche por su hermano, el príncipe Guillermo, en el palacio de Buckingham.
Por su parte Meghan realizó su primera aparición pública en Vancouver el 15 de enero, donde visitó dos organizaciones caritativas.
– ¿Duques de Netflix? –
La prensa británica es un ejemplo perfecto de las opiniones encontradas que la salida de Enrique y Meghan está provocando.
El Daily Express hizo hincapié en la pena que invade al segundo hijo de Lady Di, mientras que The Guardian considera que la familia real pierde a sus miembros más populares entre los jóvenes.
Otros diarios intentan adivinar la vida de la pareja en Canadá, que podría iniciar un negocio de producción de televisión, gracias a su fama y a la carrera de actriz de Meghan Markle. «¿Duque y duquesa de Netflix?», se preguntaba, irónico, Daily Mail.
Los diarios que los acusaban de querer al mismo tiempo las ventajas de la realeza y la libertad de los plebeyos se congratulan sobre todo por el hecho de que la pareja no pueda «representar más a la reina».
Justamente, esta relación complicada con cierta prensa británica tuvo peso en la decisión del príncipe Enrique y su esposa en dar un paso atrás y alejarse de las cámaras y de la vida pública.
Así, la pareja renuncia a partir de ahora a su asignación financiera por ser parte de la familia real y deberá reembolsar, por ejemplo, los 2,8 millones de euros que costó la remodelación de su residencia en el Reino Unido, pagada con el dinero del contribuyente.
«No hay precedentes» en la familia real, dijo al diario The Sun Dickie Arbiter, que trabajó en el servicio de prensa de la familia real.
Según los diarios británicos, el príncipe Carlos ayudará financieramente a su hijo menor durante un año.
La madre de Enrique, Lady Diana también perdió el título de alteza real tras su divorcio en 1996. Sin embargo es la primera vez que ocurre con un miembro por nacimiento de la familia real.