La nueva cepa de coronavirus que surgió en China y ya preocupa al mundo pudo haberse originado en murciélagos o serpientes, según un análisis genético del patógeno que hasta ahora ha provocado la muerte de 17 personas.
Las teorías se basan en el examen de la secuencia del genoma del virus, liberado por las autoridades a raíz del brote, y dos estudios señalan el papel probable de los murciélagos en el brote.
Un estudio, publicado el martes en la revista Science China Life Sciences, patrocinado por la Academia China de Ciencias de Pekín, analizó las relaciones entre la nueva cepa y otros virus.
Descubrió que el coronavirus que surgió en la ciudad de Wuhan estaba estrechamente relacionado con una cepa que existe en los murciélagos.
«El hecho de que los murciélagos sean los huéspedes nativos del Wuhan CoV (coronavirus) sería el razonamiento lógico y conveniente, aunque sigue siendo probable que haya huéspedes intermedios en la cascada de transmisión de murciélagos a humanos», señalaron los investigadores en el reporte.
Ese estudio no especuló sobre qué animal podría haber sido un «huésped intermedio», pero un segundo estudio publicado el miércoles en el Journal of Medical Virology identifica a las serpientes como el posible culpable.
«Para buscar un reservorio potencial de virus, hemos llevado a cabo un análisis exhaustivo de secuencias y comparaciones. Los resultados de nuestro análisis sugieren que la serpiente es el reservorio de animales de vida silvestre más probable», apunta el texto.
Los investigadores advierten que sus conclusiones requieren «una mayor validación mediante estudios experimentales en modelos animales».
Los dos estudios no explican cómo el virus pudo haberse transmitido de animales a humanos.
Pero podrían ofrecer pistas a las autoridades chinas, que buscan la fuente del brote que ha contaminado a centenas de personas en el país y se ha confirmado en lugares tan lejanos como Estados Unidos.
El mercado de alimentos donde apareció el virus ofrece una variedad de vida silvestre exótica para la venta, incluidos zorros vivos, cocodrilos, cachorros de lobo, salamandras gigantes, serpientes, ratas, pavos reales, puercoespines y carne de camello, entre otras.
Gao Fu, director del centro chino para el control y prevención de enfermedades, dijo el miércoles en Pekín que las autoridades creen que el virus probablemente provenía de «animales salvajes en el mercado de mariscos», aunque la fuente exacta sigue sin determinarse.
El Síndrome Respiratorio Agudo Severo (SARS, en inglés) se relacionó con el consumo chino de carne de civeta, un mamífero carnívoro.
Muchas especies exóticas aún se consumen ampliamente en China y otros países asiáticos donde se consideran un manjar -como la civeta o algunas ratas y murciélagos- o por supuestos beneficios para la salud no probados por la ciencia.