Los exámenes de laboratorio descartaron este jueves el contagio con el nuevo coronavirus en la pareja china a bordo de un crucero bloqueado en un puerto italiano, un suspiro de alivio para los 7.000 pasajeros que podrán desembarcar.

Los exámenes realizados por los especialistas del hospital romano Spellanzani «arrojaron resultado negativo», precisó el ministerio de Salud, por lo que los 6.000 turistas y 1.000 miembros de la tripulación que lo deseen podrán dejar libremente la nave.



Los pasajeros permanecieron toda la jornada del jueves bloqueados dentro del crucero Costa Smeralda hasta que se conocieran los resultados definitivos de los análisis, según el protocolo fijado ante la epidemia que ya se ha cobrado la vida de 170 personas y se ha propagado a unos 15 países.

La medida fue exigida también por el alcalde de la ciudad de Civitavecchia, Ernesto Tedesco, quien la consideraba obligatoria ante el temor de un brote.



«El barco queda libre de la restricción sanitaria», anunció en un comunicado el ministerio de Salud, que informó inmediatamente a las autoridades del puerto.

Las 1.143 turistas que concluían este jueves el crucero en el puerto de Civitavecchia, a una hora de Roma, serán entre los primeros que dejarán la embarcación.

La paciente china, de 54 años, con fiebre alta y problemas de respiración, junto con su pareja, quien no presentaba síntomas, permaneció la jornada del jueves en una sala aislada de la enfermería del barco.

La firma de cruceros explicó que tuvo que activar el protocolo establecido para los casos sospechosos relacionados con un huésped proveniente de Macao.

Los resultados preliminares de los exámenes de laboratorio a la pasajera china descartaban a mitad jornada la presencia del nuevo coronavirus, pero las autoridades esperaron que la confirmación fuera definitiva, la cual llegó tras cerca de diez horas.

– Nerviosismo e irritación –

Los especialistas italianos explicaron que el resultado podía demorar, lo que alimentó el nerviosismo entre los pasajeros.

«Más que preocupación por el virus había nerviosismo e irritación», confesó un pasajero italiano que concluía este jueves el viaje.

«Mi hijo y mis dos nietos están a bordo y por horas no sabían lo que pasaba. Nosotros fuimos los que les informamos», contó Adriano Pavan a la AFP-TV.

«A bordo todo es normal, no hay preocupación. Mi hijo nos dijo que durante dos o tres días la pareja usaba máscaras. En Roma hay un montón de personas caminando con máscaras «, comentó.

El barco, de propiedad una de las mayores compañías de cruceros del mundo, provenía de Palma de Mallorca y tenía programado una semana de viaje en el Mediterráneo occidental.

Varios pasajeros se asoman a unas cubiertas del crucero Costa Smeralda, atracado en el puerto italiano de Civitavecchia, 70 km al noroeste de Roma, el 30 de enero de 2020

Los 750 pasajeros chinos que se encuentran a bordo parecen gozar de buena salud, según informan medios locales, aunque algunos usan mascarillas.

China informó el jueves del peor balance de muertos en un día, 38 fallecidos, por el nuevo coronavirus, mientras aumenta la preocupación a nivel mundial con cada vez más contagios.

La Organización Mundial de la Salud (OMS), que instó al «mundo entero a actuar», declaró este jueves emergencia sanitaria internacional.

«Hasta ahora, todos los casos (sospechosos) analizados en Italia han dado resultado negativo. El sistema sanitario nacional está listo si hay algún caso de contagio con el nuevo coronavirus», indicó a la prensa Silvio Brusaferro, presidente del Instituto Superior de Salud.

Por su parte el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, reaccionó desde Bulgaria, donde se encuentra en viaje oficial.

«Si es necesario se tomarán más medidas de cautela», dijo a la vez que instó a evitar todo alarmismo o pánico.

China ha tomado medidas extraordinarias para detener la propagación del virus, incluida la cuarentena efectiva de más de 50 millones de personas en Wuhan y la provincia circundante de Hubei.

Se cree que el patógeno surgió en un mercado que vendía animales salvajes y se propagó durante la temporada de vacaciones del Año Nuevo chino en la que cientos de millones de chinos viajan dentro del país o al extranjero.