La Iglesia ortodoxa rusa está considerando dejar de bendecir las armas de destrucción masiva de las fuerzas armadas de su país, según el borrador de un documento que este martes estaba disponible al público en la web del patriarcado de Moscú.

«La bendición de cualquier tipo de arma cuya utilización pueda provocar la muerte de numerosas personas, lo que incluye (…) a las armas de destrucción masiva, no refleja la tradición de la Iglesia ortodoxa (…) y debe ser excluida en la práctica», indica este documento que será debatido por la jerarquía eclesiástica.



En nombre de Dios. Los popes rusos suelen bendecir misiles como estos, del complejo Iksander, en la región de Moscú (Maxim Shemetov / Reuters)

Elaborado por un órgano consultivo de la Iglesia ortodoxa rusa, presidido por el patriarca Kirill, este texto propone una discusión pública sobre este tema. Los fieles y dignatarios religiosos disponen hasta el 1 de junio para hacer conocer sus opiniones.

Sin embargo, este borrador recuerda que «la defensa de la Patria con las armas en la mano sí es bendecida por la Iglesia», asegurando de esta manera que «la oración por los soldados», la bendición de los reclutas o «de los medios de transporte» están fuera de toda cuestión.



La tradición de bendecir las armas en Rusia se remonta «por lo menos al siglo XII», según el documento. Los sacerdotes bendecían por entonces las espadas de los jóvenes príncipes rusos, confirmando así el linaje superior de éstos y su empeño por defender sus tierras.

Los ritos de bendición de misiles intercontinentales, sistemas de defensa antiaérea e inclusive de aviones de combate se realizan regularmente en el ejército ruso desde comienzos de la década de 2000, en momentos en que la Iglesia ortodoxa comenzó a ganar influencia tras décadas de ateísmo soviético.