Suiza se pronuncia este domingo en referéndum sobre una ley que prohíbe la discriminación basada en la orientación sexual, adoptada en 2018 y que los conservadores quieren someter a votación popular por considerarla una «censura».
Antes de ser votada dicha ley, todos los grandes partidos suizos –salvo el más importante, la Unión Democrática del Centro (UDC, derecha populista)– consideraron que era insuficiente la protección existente contra la discriminación basada en la orientación sexual.
(Binsar Bakkara / AP Photo / Keystone)
Así, a fines de 2018, el Parlamento amplió a la orientación sexual la norma penal que protege contra la discriminación y la incitación al odio basadas en la pertenencia racial, étnica o religiosa.
Quien viole esta disposición puede ser condenado a tres años de prisión.
Pero esta nueva legislación generó las críticas de los medios conservadores que lanzaron un referéndum sobre esta –según ellos– «ley censura», sobre la que los suizos se van a pronunciar este domingo.
Si la ley fuera aprobada este domingo ¿que se podrá o no decir o hacer en Suiza?
– En el café –
Las expresiones vertidas en el marco familiar o entre amigos, por ejemplo en un café, no estarán prohibidas.
Pero sí lo estará denigrar públicamente o discriminar a una persona por su orientación sexual, o estimular el odio contra ella mediante la escritura, la palabra, las imágenes o los gestos.
Los restaurantes, hoteles, empresas de transportes, cines o piscinas no podrán rehusar el acceso a alguien debido a su orientación sexual.
Representantes del partido UDC y de la Unión Democrática Federal (UDF), pequeño partido que defiende valores cristianos, consideran que la nueva norma penal «entra en conflicto con la libertad de expresión, de conciencia y de comercio», por lo que lanzaron el referéndum.
«En lugar de criminalizar las opiniones legitimas, digamos no a esta ley de censura» afirmó en conferencia de prensa el presidente de la UDC, Marc Früh.
La libertad de expresión «no es la libertad de decir cualquier cosa» replica Jean-Pierre Sigrist, militante gay y fundador de la organización suiza de maestros homosexuales.
La ley supone una «protección suplementaria contra los actos homófobos» y contra la intolerancia, agrega Sigrist.
– Humor y dignidad –
El gobierno asegura por su lado que será posible expresar opiniones críticas y tener debates, como sobre el matrimonio homosexual, que pronto será sometido al parlamento. En lo referente a caricaturas y bromas, éstas no serán sancionadas mientras no atenten contra la dignidad humana.
«La incitación al odio debe alcanzar cierta intensidad para ser sancionada penalmente en Suiza. Por ello parece difícil que se pueda considerar como infracción lo que pertenece al registro del humor» dice a la AFP el abogado especializado en derecho de los medios, Alexandre Curchod.
Sin embargo, puede haber excepciones «cuando queda demostrado que, en realidad, bajo la cobertura de una producción artística o de una broma, asistimos a una expresión de odio caracterizado» agrega.
Los sondeos muestran que la población es más bien favorable a extender el perímetro de la ley, aunque la diferencia entre pro y contra se reduce.
