Un estadounidense se convirtió en la primera víctima mortal extranjera del nuevo coronavirus, que ya ha sesgado la vida de más de 720 personas en China, una situación que llevó a Hong Kong a imponer a partir de este sábado una cuarentena drástica para intentar frenar la epidemia.
El nuevo coronavirus ha infectado a más de 34.500 personas y mató a 722 pacientes en China continental (que excluye a Hong Kong y Macao), o sea 86 más en 24 horas, anunciaron este sábado las autoridades sanitarias.
Un estadounidense murió en Wuhan (centro), el epicentro de la epidemia en China, afirmó la embajada de Estados Unidos, en lo que parece el primer deceso confirmado de un extranjero por la enfermedad.
Un japonés de unos 60 años, sospechoso de estar infectado con el coronavirus, también murió en un hospital de Wuhan, anunció el ministerio de Exteriores japonés.
La epidemia sigue propagándose fuera de China continental. Se han confirmado más de 320 casos de contagio en unos 30 países y territorios, incluidos dos muertes en Hong Kong y Filipinas. En Francia, se anunciaron cinco nuevos casos este sábado, con lo que en total se detectaron 11 en el país.
– Mascarilla obligatoria en Shanghái –
El saldo se acerca al de la epidemia de SRAS (Síndrome Respiratorio Agudo Severo), que mató a 774 personas en todo el mundo en 2002-2003.
Una situación que llevó a Hong Kong a aplicar una medida drástica por la que cualquier persona que llegue desde China continental estará obligada a aislarse durante dos semanas en casa, en un hotel o en cualquier otro alojamiento. Quienes no se atengan a la norma se exponen a seis meses de prisión.
Las medidas de confinamiento siguen vigentes en muchas ciudades chinas, donde decenas de millones de personas permanecen encerradas en casa.
La metrópolis de Shanghái (este), de 24 millones de habitantes, se convirtió este sábado en el último municipio en imponer el uso de mascarilla en lugares públicos.
Durante una visita esta semana a Wuhan, el vice primer ministro Sun Chunlan ordenó a las autoridades locales adoptar medidas de «tiempos de guerra», rastreando los barrios en busca de habitantes que tengan fiebre.
La ciudad y la provincia de Hubei, de la que Wuhan es capital, han estado aisladas del mundo durante dos semanas por un cordón sanitario.
– Cruceros bloqueados –
Más allá de Hong Kong, muchos países endurecen las medidas contra las personas procedentes de China y aconsejan no viajar al país, adonde la mayoría de las aerolíneas internacionales han dejado de volar.
Además, miles de viajeros y tripulantes permanecen confinados en dos cruceros en Asia.
En Japón, el número de personas infectadas en el crucero «Diamond Princess» alcanzó los 64 casos este sábado, entre ellos un argentino. Unas 3.700 personas a bordo permanecen encerradas en los camarotes.
En Hong Kong, 3.600 personas corrieron la misma suerte en el «World Dream», donde ocho pasajeros dieron positivo.
Japón ha prohibido atracar a otro crucero porque se sospecha que lleva un pasajero infectado a bordo.
– Lejos del SRAS –
En China, la población se ha volcado con la muerte el viernes del médico Li Wenliang, un oftalmólogo de Wuhan, quien alertó a finales de diciembre de la aparición del virus, antes de contraerlo él mismo.
Lo acusaron de difundir rumores y fue sancionado por la policía. Ahora es un héroe nacional y un mártir frente a las autoridades locales, acusadas de haber ocultado el comienzo de la epidemia.
Los trabajadores de los centros médicos, saturados, siguen siendo muy vulnerables al virus: 40 empleados de un hospital universitario en Wuhan se contagiaron en enero, según un estudio publicado en la revista Jama.
Mientras que la hipótesis de que el virus provendría de un murciélago parecía confirmarse, científicos chinos anunciaron que el pangolín podría ser el «huésped intermedio» que transmitió el agente infeccioso a los humanos.
El virus apareció en un mercado en Wuhan en el que se vendían animales salvajes destinados al consumo.
Según un estudio científico, la diarrea podría ser una vía secundaria de transmisión del nuevo coronavirus.
Con todo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha indicado que el 82% de los casos registrados se consideran leves, el 15% graves y el 3% «críticos», y menos del 2% fueron mortales.
Así, la tasa de mortalidad de este virus, denominado temporalmente «2019-nCoV», es de momento muy inferior a la del SRAS.
Mientras la epidemia avanza, la OMS está buscando un nombre definitivo para el agente infeccioso que no estigmatice ni a la población china ni a Wuhan. Se espera que tome una decisión al respecto en los próximos días.
Entretanto, China anunció este sábado que llamará a la afección, de forma provisional, «neumonía del nuevo coronavirus» y le otorgó las siglas NCP (por su nombre en inglés «novel coronavirus pneumonia»).
Fuente: AFP