El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, presentará este lunes, a meses de las elecciones presidenciales, una hoja de ruta presupuestaria que abandona promesas clave de reducción del déficit basadas en supuestos de crecimiento económico elevados e improbables.
El plan final de gastos del primer mandato de Trump enfrenta una derrota casi segura en la Cámara de Representantes controlada por los demócratas, pero ofrece una visión de las prioridades de la administración.
El presupuesto introduce recortes en programas sociales, protección ambiental y asistencia extranjera para fortalecer la asignación de recursos a defensa y extender reducciones de impuestos para individuos acaudalados y compañías, según funcionarios y varios informes de medios estadounidenses.
La propuesta abandona el objetivo declarado de cerrar el déficit presupuestario en 10 años, y corre la meta a 2035, según los medios de comunicación que citan documentos de la Casa Blanca.
Sin embargo, incluso esa extensión de tiempo supone que la economía de Estados Unidos crecerá a un 3% anual, lo que respaldaría mayores ingresos fiscales, algo que no se logró de manera consistente en más de una década y que no se ha visto en una economía después de 11 años consecutivos de crecimiento.
A pesar de comprometerse a continuar la guerra de larga data de los republicanos contra el déficit, la administración Trump ha mostrado poco interés en abordar el problema, con un rojo que se espera supere el billón este año, por una deuda del doble de la estimada en el primer plan presupuestario de Trump.
El proyecto de 4,8 billones de dólares este año incluye recortes por 2 billones en programas no relacionados con el rubro de defensa, incluidos beneficios como cupones de alimentos y ahorros de la cobertura de medicamentos recetados del plan Medicare.
Russell Vought, director interino de presupuesto de Trump, dijo el lunes que la propuesta incluirá más de 740.000 millones para gastos de defensa, un aumento del 20%. Y que los recortes de impuestos de 1,5 billones, que benefician principalmente a los más ricos, se extenderán más allá de 2025.
La presidenta demócrata de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, criticó la propuesta. «El presupuesto es una declaración de valores, y una vez más el presidente muestra lo poco que valora la buena salud, la seguridad financiera y el bienestar de las familias estadounidenses trabajadoras», dijo en un comunicado.
«Año tras año, el presupuesto del presidente Trump ha tratado de infligir recortes devastadores a las líneas de vida críticas en las que millones de estadounidenses confían».
Pero Vought defendió el plan y llamó a los demócratas a aprobar los recortes de gastos requeridos. «Creemos que podemos hacer una gran mella (en el déficit) y volver al ámbito de la responsabilidad fiscal», dijo en CNBC.
Fuente: AFP