Cambumbo más que un monólogo teatral basado en un personaje real y legendario, y además de su calidad como espectáculo escénico, es el primer acto de reivindicación social negado a un personaje por muchas epidérmicas e hipócritas razones, el reconocimiento que merece un ciudadano, y artista, cuyo nombre fue Miguel Antonio Echavarría Vanderhorst (Tony).
Es un montaje que reubica en las actuales generaciones el subestimado rol de un precursor del arte popular alternativo, en un tiempo en que había que tener mucho temple para romper las barreras sociales, raciales y homofóbicas que se le interponían y que se atrevió a vencer simultáneamente prejuicios e hipocresía, a tiempo que establece un código de ética y unos estándares selectivos de la concurrencia que podía penetrar a su espacio, el restaurante El Lirio ubicado calle Américo Lugo del Ensanche La Fe donde celebraba el Lunes Social de Tony Echavarría, según refieren Carlos T. Martínez y Joseph Cáceres Mateo.
El espectador está frente a un montaje marcado por una seria investigación de antropología social, cargado de originalidad y dotado de un noble sentido de justicia a una vida memorable.
El monólogo se lleva a escena con inteligencia, estética, criterio y credibilidad y apelando a un talento artístico que, como Franklin Soto, tiene un mérito nacional que debe igualmente ser reconocido. Mucha gente a nivel popular ha sabido de el por un anuncio de gaseosa en los cines.
Franklin Soto, artista de múltiples talentos, logra su mejor actuación teatral, en una producción que puede ser disfrutada más de una vez y que continúa en cartel en el Bar Juan Lockward del Teatro Nacional, el próximo fin de semana.
Soto, responsable de la creación de una marca cultural nacional – el Grupo Bonyé , fenómeno musical y lúdico que provoca, en las ruinas de San Francisco y otros espacios, llenos de público que busca el auténtico sabor y el ritmo del son- , logra salir airoso en la misión de encarnar la vida de un singularísimo personaje de la vida bohemia que supo transformar su modesto punto de encuentro nocturno y bohemio.
El actor parte de un estudio de la gestualidad, las entonaciones, los matices de la voz y los modismos coloquiales, llenando el escenario del espíritu de Cambumbo, con la misma gracia e irreverencia de quienes eran sus habitués reconocidos. Se debe destacar la labor de asistencia actoral de Xiomara Rodríguez, que se siente viva en escena.
Cambumbo: Su vida
Miguel Antonio Echavarría Vanderhorst, o Tony Echavarria, alias «Cambumbo», relata Cáceres Mateo en su página merengala , nació en Santo Domingo, poco antes del inicio de la dictadura trujillista, el 29 de septiembre de 1926.
Falleció el 1 de enero de 1993 y fue un referente del espectáculo nocturno de Santo Domingo. Se inició en el arte como cantante de la orquesta de Antonio Morel, en los años 40. Formó con Olga Moscoso la famosa pareja de baile Olga y Tony, «La pareja del cachet», favorita del Palacio Radiotelevisor La Voz Dominicana y de los centros nocturnos más famosos de los años 50.
Humorista, locutor y dueño de la sensibilidad propia de los artistas, y uno de los héroes que comandó un grupo LGBTQ en la revolución del 24 de abril del 1965. El comando B-3 que lideró Tony Echavarría (Cambumbo), integrado por homo y hereterosexuales, se distinguió por el arrojo y la valentía de sus miembros frente al invasor norteamericano.
En los años 70 fue víctima de una agresión armada que se dice le hizo un hijo de un jefe de la policía, producto del cual sufrió un balazo que le dejó paralizado el brazo derecho, lo que sin embargo no le impidió hacer sus shows.
Ficha técnica
Cambumbo ¿Qué lo que pasa aquí? … Nah!!!
Adaptación y dirección: Ramón Santana
Actuación y dramaturgia: Franklin Soto
Coach actoral: Xiomara Rodríguez
Producción general: Raúl Méndez y Lulu Ceballos
Fotos publicidad: Karoline Becker
Imagen publicitaria: Toneb Castro
RRPP: Patz Guerrero (CLAP)
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