El primer caso de contagio en América Latina con el nuevo coronavirus fue diagnosticado en Sao Paulo, confirmó este miércoles el gobierno brasileño en plenas festividades de la semana de Carnaval.
El paciente, un brasileño de 61 años, había regresado el 21 de febrero de la región de Lombardía, norte de Italia, donde se ha registrado la mayoría de los casos de infección en este país europeo, indicó el ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, en una conferencia de prensa en Brasilia.
El diagnóstico inicial «fue confirmado», dijo Mandetta, quien detalló que el individuo no presentaba «ningún síntoma ni cuadro febril» al llegar a Brasil el viernes pasado.
«Siguió así el sábado y el domingo participó en una reunión familiar», pero el lunes se dirigió a una unidad médica, a causa de malestares, agregó.
El paciente «se encuentra bien» y en aislamiento domiciliario, señaló el ministerio.
El caso se registró en Sao Paulo, la capital económica de América Latina, de 12,2 millones de habitantes, en plenas fiestas de carnaval, que dan lugar a enormes concentraciones callejeras.
Otros 20 casos están bajo investigación en Brasil, con una población de 210 millones de habitantes.
La epidemia ha provocado ya la muerte de 2.700 personas en China, donde hay además 78.000 infectados. Fuera del país asiático, hay tres docenas de países con casos confirmados y se han registrado unas 40 muertes debido a la epidemia.
– Que siga el carnaval –
Los grandes desfiles de carnaval en Rio de Janeiro terminaron al amanecer del martes, pero los blocos (murgas) seguirán agitando hasta el domingo a Rio, sao paulo y varias ciudades del nordeste con sus disfraces y ritmos y con abundancia de cerveza.
Y el rey Momo no está dispuesto a ceder sus derechos.
«Vamos a divertirnos hasta el final. Solo que si [el coronavirus] llega de verdad hasta aquí, vamos a estar embromados, porque aquí ya se muere de disentería, de feminicidio, de transfobia, se muere a causa de la policía que mata a negros. Entonces el coronavirus es una mierda más de lo que puede suceder en este país que no cuida a su población», dijo Sandra Oliveira, de 25 años, que participaba en un ‘bloco’ en el centro de Rio.
«Pienso que todo irá bien. ¡Nada puede detener esta fiesta, es la mejor fiesta del mundo!», proclamó otro carnavalero, Gabriel Soltino.
– Evitar el pánico –
El gobierno instó a evitar el pánico, limitándose a pedir a la población «evitar aglomeraciones innecesarias», pero descartó medidas de aislamiento en Brasil.
«No existen fronteras, es otra gripe que la humanidad tendrá que enfrentar», comentó el ministro, quien destacó que la tasa de mortalidad es inferior a 3% de los casos confirmados.
Brasil tiene frontera con todos los países de Sudamérica, exceptuando Chile y Ecuador.
La región no parecía mayormente alterada por la llegada del virus a sus puertas.
«Con las autoridades de Brasil nos reunimos la semana pasada por el dengue y el sarampión, que tienen gran impacto en América del Sur con muchas víctimas y muertes. Si en Brasil se expande el virus, tendremos que cambiar nuestras medidas actuales, pero por ahora no hay cambios por un caso. Mantenemos nuestros protocolos», dijo en Buenos Aires el ministro argentino de Salud, Ginés González García.
En medio de la ola alarmista, en el puerto peruano de Matarani, los tripulantes de un buque mercante procedente de Hong Kong fueron examinados por personal médico pero se descartó la presencia del virus.
– Derrumbe bursátil –
La crisis sanitaria tuvo impacto en la economía global y en los mercados financieros.
En el caso de Brasil, la epidemia empezó a afectar a la industria de productos electrónicos en Brasil, altamente dependiente de la compra de insumos del país asiático.
Un 4% de esas empresas se han visto obligadas a paralizar parcialmente sus actividades y otro 15% proyecta hacerlo en los próximos días, según una encuesta divulgada el viernes pasado por la Asociación Brasileña de las Industrias Eléctrica y Electrónica (Abinee).
Las exportaciones brasileñas al país asiático pueden por su lado menguar entre 10% y 15% debido al virus y a la tregua comercial entre China y Estados Unidos, según el Instituto Brasileño de Economía de la Fundación Getulio Vargas.
Fuente: AFP