El tenor español Plácido Domingo era llamado «el rey de la ópera» hasta que fue acusado de acoso sexual el año pasado. Ahora es persona non grata en muchos teatros, tras haber encarnado 150 papeles distintos sobre los escenarios más prestigiosos del mundo.

«Si descanso, me óxido», era la máxima de este conocidísimo artista de 79 años, que ha participado más de 4.000 producciones y ha editado más de 100 álbumes.

En enero, su sitio de internet oficial señalaba aún que con 61 años como cantante profesional de ópera «Plácido Domingo no da ninguna señal de aminorar la marcha».

Pero el cantante, siempre carismático y de barba totalmente blanca, pasó a engrosar la lista de personalidades señaladas por el movimiento #MeToo, acusado de acoso sexual en Estados Unidos.

En investigaciones publicadas en agosto y septiembre por la agencia Associated Press (AP), una veintena de mujeres afirmaron haber sido acosadas por Domingo a partir de fines de los años 1980.

Lo acusaron de tocamientos, besos a la fuerza y comentarios inapropiados, además de haber dañado sus carreras en caso de mostrar rechazo.

Unos señalamientos que mancharon la leyenda de un artista ovacionado sobre los más grandes escenarios del mundo, merecedor de multitud de premios, entre ellos 12 Grammy.

«Cuando he visto las noticias, me he quedado atónito», declaró en agosto el agente artístico Aldo Mariotti, cercano a la difunta soprano española Montserrat Caballé, afirmando: «Es un verdadero divo, un fenómeno, un grandísimo artista».

Las acusaciones pusieron fin a su carrera en Estados Unidos, donde debió renunciar a su puesto de director general de la Ópera de Los Angeles, que ocupaba desde 2013. Director musical y luego director general de la Ópera de Washington, de 1996 a 2011, fue acusado de haber perseguido durante esa época a cantantes de forma muy insistente.

Y en su España natal, donde era un figura realmente totémica, su corona parecía haberse caído luego de que el martes se disculpara por «el sufrimiento» causado a esas mujeres y asumir «toda la responsabilidad de [sus] acciones».

– De México al mundo –

Nacido en Madrid el 21 de enero de 1941 en una familia de cantantes de zarzuela, Domingo tenía ocho años cuando sus padres se mudaron a México, donde estudió piano, dirección de orquesta y canto.

Debutó cantando zarzuelas con sus padres como barítono para después convertirse en tenor. Su primer gran papel fue a los 20 años en Monterrey, el de Alfredo en La Traviata.

En 1965 comenzó realmente su carrera internacional, bajo la batuta de grandes directores de orquesta como Herbert von Karajan, Riccardo Muti o Claudio Abbado.

En 1973, dirigió él mismo La Traviata de Verdi en el New York City Opera, tras lo que se produjo como director de orquesta en todos los continentes.

En 1990 formó el trío de «los tres tenores» con Luciano Pavarotti y José Carreras, que contribuyó a popularizar la ópera con su inmenso éxito de público.

Cantaron en Roma, en 1990, durante la inauguración de la Copa del Mundo de Fútbol, al pie de la Torre Eiffel en París y de las pirámides egipcias en El Cairo, así como en la Ciudad Prohibida de Pekín para apoyar la candidatura de China a los Juegos Olímpicos de 2008.

Algunos problemas de salud, como una embolia pulmonar en 2013 o una operación de vesícula en 2015, lo obligaron a parar temporalmente su actividad, aunque siempre acabó volviendo a los escenarios.

Ahora, Plácido Domingo se vio obligado a cancelar actuaciones en España, como las representaciones de La Traviata previstas en mayo en el Teatro Real de Madrid, anunciando él mismo que se retira de los espectáculos de teatros que «tengan dificultades en llevar a cabo esos compromisos».

Y este  pasado jueves la Ópera de Valencia decidió quitar su nombre a su centro de formación, que pasará a llamarse solo «Centro de Perfeccionamiento Palau de Les Arts».