Gastó más de 500 millones de dólares de su fortuna personal en tres meses, convencido de que podría comprar su camino a la Casa Blanca. Pero la apuesta no pagó para el multimillonario exalcalde de Nueva York Michael Bloomberg, un político poco carismático considerado arrogante y aburrido.
Bloomberg puso fin el miércoles a su campaña para la investidura demócrata tras perder en los 14 estados en liza en el supermartes, y dio su respaldo al exvicepresidente y candidato de centro Joe Biden, que se alzó con al menos nueve.
Bloomberg “gastó demasiado dinero en una mala apuesta”, dijo a la AFP el encuestador John Zogby, presidente de la empresa de análisis y sondeos que lleva su nombre.
Entró en la campaña tarde, nueve meses después de Bernie Sanders y siete meses después de Biden, salteándose las primarias en cuatro estados, incluidos Iowa y New Hampshire. Eso “fue arrogante”, estimó el analista.
“Los demás candidatos estuvieron ahí en la nieve, comiendo pollo medio crudo” y golpeando puertas en medio de un frío atroz, cuando Bloomberg apareció en la campaña por la investidura demócrata en omnipresentes memes y avisos en Facebook y televisión “como un héroe”, dijo. “Fue un mal cálculo”.
Los expertos coinciden en que el mal desempeño del exalcalde en los debates lo dejaron trastabillando, especialmente en Nevada, donde fue vapuleado por la candidata Elizabeth Warren, que lo acusó de ser de la misma calaña moral que el presidente Donald Trump.
Los analistas creen que Bloomberg también fue seriamente perjudicado por su política municipal de detención y registro de residentes de barrios de alta criminalidad conocida como “stop and frisk”, que tuvo como blanco indiscriminado a minorías negras, latinas y musulmanas.
“Esto realmente enfureció a esas comunidades, y las disculpas llegaron tarde, fueron débiles y ya los negros eran un fuerte respaldo de la base de Joe Biden”, explicó Zogby.
AFP