Los supermercados o tiendas de comestibles utilizan muchos trucos para asegurarse de que gastes cada vez más con ellos. Pero, además de esto, hay algunas de ellos –no todos– que también llevan a la práctica algunas trampas que bien podrían considerarse estafas descaradas.

A continuación, te compartimos cinco de ellas.



Los panes no son recién hechos

Las panaderías de muchos supermercados te hacen pensar que los acaban de hacer ahí mismo, pero la realidad es que, muchas veces, los bollos, bagels, baguettes, pays de manzana, galletas y otras delicias, en realidad llegan a la tienda congelados. Es decir, que solamente los calienten para que terminen de hornearse.

Pesan mal la carne

Cuidado al comprar carne ya empaquetada, ya que algunas tiendas suelen hacer un poco de trampa al pesar este alimento con todo y el paquete en el que se encuentra, lo que obviamente dará un peso más alto, y subirá el precio.



Agregan agua a la carne

Otra forma de cobrarte más por la carne es empacándola en una solución de agua. Esto lo hacen con la excusa de darle un mejor sabor, pero hay que tomar en cuenta que el agua prácticamente no le cuesta nada al supermercado, por lo que pueden ponerle toda la que quieran y hacer que aumente el peso y el precio.

Le echan agua a las frutas y verduras

Al rociar con agua las frutas y verduras los supermercados se aseguran de hacerlas ver más frescas y ricas. Sin embargo, entre más agua le echen, más pesarán, lo que significa que también pagarás más por estos productos. Con este método pueden elevar el precio de los productos hasta en un 25% por cada libra.

Esconden las partes malas

Cuando tienen algunos productos que ya se están echando a perder, algunas tiendas suelen empacarlos con otros que están en buenas condiciones, asegurándose de ocultar las imperfecciones o pedazos podridos. Obviamente, no te darás cuenta de esto, sino hasta que llegues a tu casa y abras el paquete.