Este viernes, Irán advirtió al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, por los riesgos de una “acción peligrosa” de parte de su ejército, después del bombardeo de las fuerzas estadounidenses contra posiciones de una milicia proiraní en Irak.



“En lugar de llevar a cabo acciones peligrosas y lanzar acusaciones sin fundamento, Trump debería reconsiderar la presencia y comportamiento de sus tropas en la región”, dijo en un comunicado el portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores iraní, Abbas Moussavi, horas después de este ataque estadounidense.

Cinco militares iraquíes y un civil murieron en el bombardeo estadounidense, en respuesta al ataque perpetrado esta semana contra una base iraquí en el que fallecieron dos estadounidenses y un británico, informó el ejército iraquí.



En los bombardeos del viernes también resultaron heridos 11 militares, entre ellos miembros de las milicias proiraníes Hashd Al Shaabi, según el ejército iraquí, cuyos portavoces denunciaron “una escalada que pone en peligro la seguridad”.

El comunicado del ejército iraquí precisa que se trata de un primer balance. Aún hay cadáveres bajo los escombros y heridos en estado crítico.

El oficial de comunicaciones del aeropuerto de Kerbala, en construcción desde hace años, informó a la AFP que el civil muerto era un cocinero en servicio en el momento de los ataques.

Cinco bombas causaron daños en la obra y destruyeron 18 vehículos.

Las fuerzas de Estados Unidos llevaron a cabo durante la noche una amplia operación aérea contra los partidarios de Irán, en particular las brigadas de Hezbolá, una de las facciones más radicales de Hashd Al Shaabi.

Ahora que los combatientes de Hashd están integrados en las fuerzas regulares, suelen estar presentes en bases de la policía y el ejército iraquíes.

Los ataques estadounidenses contra ellos causan periódicamente muertos o heridos en las filas de las fuerzas que la coalición internacional, dirigida por Estados Unidos, entrena y acompaña en la lucha contra los yihadistas.

AFP