Nos gusta pensar que tenemos una vida profesional y otra personal, pero la realidad es que somos una sola persona y no existe distinción alguna. Cuando uno se agota crónicamente del trabajo, reunir energía para conectarse con su pareja, algo que alguna vez disfrutó, puede parecer imposible.
El exceso de trabajo, también conocido como “síndrome de burnout”, fue reconocido como un trastorno mental en la última versión de la Clasificación Internacional de Enfermedades (CIE) elaborada por la Organización Mundial de la Salud OMS), que lo describe como “un síndrome resultante de un estrés crónico en el trabajo que no fue gestionado con éxito”.
El estrés es un factor de riesgo tan importante para la infelicidad en las relaciones que los investigadores han convertido en un área de estudio importante. Una revisión reciente demostró que el estrés desafía la capacidad de una persona para manejar conflictos de relación de manera constructiva y priva a las parejas del tiempo y el enfoque necesarios para cultivar la intimidad, lo que amenaza la longevidad y la satisfacción conyugal.
“El estrés consume los recursos que necesitamos para comportamientos de relación efectivos”, explica Lisa A. Neff, profesora en el departamento de desarrollo humano y ciencias familiares de la Universidad de Texas en Austin y autora principal del artículo. “Las parejas informan que dedican tanto tiempo a resolver los factores estresantes que tienen menos tiempo el uno para el otro, menos tiempo para las expresiones de afecto, como las citas nocturnas y la intimidad”, dice. Como resultado, las personas estresadas tienen más probabilidades de participar en formas negativas de comunicación, como ser más críticos, enojados e impacientes hacia sus parejas.
La investigación realizada por Neff muestra que el estrés puede crear un “filtro interpretativo negativo”. Es decir, “Puede filtrar cómo ves todo lo que te rodea, incluso en otras configuraciones. Entonces, si tuvo un mal día en el trabajo, puede llevar esa nube oscura a su casa y afectará la forma en que interpreta el comportamiento de su pareja ”.
Los efectos negativos del agotamiento se extienden a todas las áreas de la vida: el hogar, el trabajo y la vida social se verán afectados. Sentirse abrumado, ansioso, tenso y estresado, o tener una mentalidad negativa puede llevarnos a sacar constantemente las frustraciones de la apareja y amigos cercanos.
El estado emocional negativo combinado con la falta de energía crea condiciones donde el conflicto es más fácil de surgir en la relación y más difícil de reparar. Cuando uno está agotado y abrumado, es probable que se sienta irritado por las cosas más pequeñas. Estas pequeñas cosas, suman, y si no se controlan, tienen la capacidad de acumularse y convertirse en peleas más grandes.
El agotamiento es un proceso gradual. No sucede de la noche a la mañana y aunque los signos y síntomas son sutiles al principio, empeoran con el tiempo. Los efectos negativos se extienden a todas las áreas de la vida, incluyendo el hogar, el trabajo y la vida social. A su vez, puede causar cambios a largo plazo en el cuerpo convirtiéndolo en vulnerable a distintas enfermedades. “En pos de un reconocimiento laboral o una retribución económica se terminan perdiendo vínculos y momentos valiosos de otra índole”, aseveró en diálogo con Infobae la psicoanalista Fiorella Litvinoff.
El burnout ignorado o no abordado puede tener consecuencias significativas, que incluyen: el estrés excesivo, la fatiga, el insomnio, la tristeza, ira o irritabilidad, el uso indebido de alcohol o sustancias, enfermedad del corazón, alta presión sanguínea y vulnerabilidad a las enfermedades en general.
Al mismo tiempo, el estado mental puede tener un gran impacto en la capacidad sexual. Uno de los efectos de las hormonas del estrés es estrechar los vasos sanguíneos. Cuando fluye menos sangre hacia el miembro viril, es más difícil tener una erección. Incluso los hombres que normalmente no tienen problemas para excitarse no pueden tener una erección cuando se ven superados por el estrés. Además, los niveles más altos de cortisol están asociados con la ansiedad y las emociones de estrés, y el cortisol alto puede suprimir las hormonas sexuales que afectan el deseo.
Para combatirlo es fundamental reconocer los síntomas y las consecuencias, al igual que el tratamiento para su cura. El estrés laboral debe ser tratado a tiempo por profesionales expertos porque de lo contrario, se pueden recibir diagnósticos erróneos o desarrollar patologías más graves, tales como la depresión, la ansiedad u otros cuadros psiquiátricos complejos.
Para Beate Ditzen, profesora de psicología médica y la psicoterapia en la Universidad de Heidelberg en Alemania, las parejas pueden limitar el costo del estrés en su relación mediante la implementación de pequeñas acciones -como las formas no verbales de intimidad- que tienen un gran impacto acumulativo con el tiempo.
Dado que las exigencias del mundo laboral de la actualidad son altas y los profesionales a veces se ven sobrepasados por sus obligaciones o presiones externas es necesario tomar conciencia y que los individuos que lo padecen sean capaces de detectar si sufren de los síntomas antes mencionados para poder recibir el tratamiento adecuado que los lleve a superar la dolencia y no dejar que esta lo afecte en otros ámbitos de la vida.
Fuente: Infobae