La expansión del coronavirus afecta nuestras rutinas cotidianas. Una de ellas es nuestra alimentación diaria y la provisión y acopio de alimentos. Tanto para quienes deban cumplir con la cuarentena obligada como para aquellos que prefieren quedarse en casa para evitar el contacto con grupos numerosos de gente, la organización y planificación de las comidas es clave.
Al considerar varios días o semanas de almuerzos y cenas puertas adentro, lo primero es repensar la tradicional lista de compras. El integrante de la familia que se acerque a un supermercado deberá poner la mira en algo elemental, pero que dadas las circunstancias se vuelve relevante: abastecerse de alimentos que sirvan para preparar comidas variadas y ricas y que no se echen a perder pronto.
Qué alimentos comprar para almacenar
El arroz es un producto ideal para estos casos, ya que se puede «stockear». Si está bien almacenado se conserva por mucho tiempo. Sirve para múltiples preparaciones como ensaladas, sopas, guarniciones y risottos. Y si son del team golosos de antaño, para un buen arroz con leche.
La pasta seca es otro ítem glorioso que nos permitirá crear platos diferentes, sumándole diversas salsas. Las cortas se utilizan para ensaladas y las largas para un rico plato principal.
Las latas de tomate perita se volverán más valiosas que nunca al momento de hacer una salsa, ya que la idea es no salir continuamente a comprar y puede que no tengamos tomates frescos en la heladera. Procesados, los contenidos de la lata, en crudo o caliente con otras verduritas, lograremos la salsa para la pasta o para una carne. Otra variante es colocarlos en una placa de horno con un hilo de aceite de oliva, unos dientes de ajo machacados y unas ramitas de alguna hierba aromática (o con orégano seco) y tendremos una guarnición deliciosa. También resultarán beneficiosas las conservas de vegetales como choclo, arvejas, incluso lentejas.
Las sopas deshidratadas no sólo sirven para su principal uso, sino que también pueden ser la base de una salsa (a falta de verdura) y quedan geniales mezcladas con queso crema para formar un dip.
A olvidarse un poco de las dietas rigurosas: se recomienda comprar unos cuantos kilos de harina: eso nos permitirá no atarnos a un menú específico. Si el día está lluvioso, podremos hacer tortas fritas, o un pan casero. También podemos hacer masa de tarta o pastas. Y, por supuesto, budines y bizcochuelos.
Tener algunos panes de manteca nos asegurará cualquier producción de pastelería. Se puede comprar panes grandes, fraccionarlos y guardarlos en el freezer.
Las carnes son un capítulo aparte, ya que sí o sí, se deberán mantener freezadas hasta el momento de su uso. Los cortes como nalga o bola de lomo, en fetas “como para milanesas”, sirven para ese manjar apanado que cautiva todo tipo de paladares, pero también para hacer niños envueltos, escalopes o guisos.
Cómo guardar la comida en el freezer
La idea es que si el hogar está integrado por cuatro personas, se cocine para ocho. Es importante que la comida se fraccione en porciones individuales y se congele por separado. No hay que confiar en la memoria, apostando a que cuando se saque ese bodoque congelado recordaremos qué contiene en su interior: siempre se debe rotular la pieza detallando la fecha y el estilo de comida. En el caso de haber congelado más de una porción, también detallarlo. Eso evitará descongelar comida innecesaria.
Conviene elegir recipientes que cierren herméticamente para impedir que se forme una capa de hielo en el interior. Si se utiliza papel film, hay que darle varias vueltas al alimento y en dos direcciones diferentes, para evitar cualquier posible apertura.
Planificar el menú en base a estas sugerencias ayudará a que la tarea de cocinar en tiempos de coronavirus sea más simple y placentera.
A la lista de los infaltables se pueden sumar los ingredientes preferidos de cada uno.
Fuente: clarin.com