Santo Domingo, RD.- El Colegio Médico Dominicano (CMD) denunció ayer ante la pandemia del coronavirus COVID-19 que ha recibido llamadas e informaciones a través de los Comités de Vigilancia Epidemiológica Provinciales e Interprovinciales de que los médicos están trabajando totalmente desprotegidos en los hospitales, subcentros y centros de atención primaria.
La entidad afirmó que los médicos carecen de materiales de bioseguridad para el personal médico tales como mascarillas, guantes y batas desechables y otros, lo que se ha comunicado reiteradamente al SNS y al Msp sin ningún tipo de resultados.
El presidente de la entidad, Waldo Ariel Suero, indicó que como muestra de protesta del CMD están instruyendo a todos los médicos para que se coloquen una cinta negra en sus batas.
A la vez, dijo que exhortan a los galenos a realizar su trabajo con dignidad y decoro, exponiendo sus vidas, que independientemente de las limitaciones laborales por falta de materiales de bioseguridad deben mantenerse firmes y darlo todo por sus pacientes.
Ariel Suero reiteró al presidente Danilo Medina que es el momento de llamar a la población a cuarentena, pues el virus sigue avanzando en el país y se está haciendo comunitario.
Reiteró que las medidas que tomó el presidente son buenas, pero no garantizan detener el avance de este virus.
Enfermeras
Las enfermeras son las que tienen el mayor riesgo de contagiarse con el coronavirus entre el personal de salud que labora en los hospitales, porque están en primera línea de peligro por la cercanía con el paciente. La afirmación es de Antonia Rodríguez, presidenta del Colegio Dominicano de Profesionales de Enfermería (Codopent), quien denunció que en varios hospitales públicos no hay mascarillas en los hospitales, no hay agua suficiente, no hay gorros, ni batas, tampoco lentes para cubrirse ante esta situación y hay lugares donde los lavamanos están dañados.
En declaraciones a Diario Libre, Rodríguez dijo que en un recorrido y en informaciones recibidas de representantes del gremio, entre los hospitales que están en esa situación están los de Cayetano Germosén, donde las enfermeras se cubren la boca con papel, porque solo les dan dos para la emergencia.
Mencionó también el centro de salud Juan XXIII, de Santiago, el Juan Pablo Pina, de San Cristóbal, el San Vicente de Paúl , de San Francisco de Macorís, así como el Antonio Musa, de San Pedro de Macorís y en el de Elías Piña.
Rodríguez dijo que los pacientes, incluyendo los que están aislados por el COVID-19 están en manos de las enfermeras, porque la mayoría de los médicos se retiraron de los centros asistenciales y a los residentes los han enviado también a sus casas.
“A los R3 (médico en formación de tercer año) los mandaron a sus casas y dejaron un residente en el hospital, pero a las enfermeras las han dejado, estando en riesgo en un 100%”, se quejó Antonia Rodríguez.