A cuatro días del inicio de la temporada regular de las Grandes Ligas de béisbol, la pandemia del nuevo coronavirus frenó el ritmo que llevaba la MLB en los campos de entrenamiento, la chispa que enciende el motor del pasatiempo nacional en Estados Unidos.
Cuando todo iba a todo tren, la MLB pospuso primero por dos semanas el inicio de la campaña regular y pocos días después amplió el tiempo hasta mediados de mayo como mínimo, producto de las recomendaciones emitidas por las autoridades mundiales de la salud.
El retraso de ocho semanas por la pandemia equivale a unos 60 juegos de los 162 que tiene la temporada regular, por lo que se jugaría una campaña recortada a unos 100 encuentros.
Por una huelga, conocida por la «huelga de los millonarios», las Grandes Ligas llevó a cabo solamente 113 juegos en la campaña de 1994 y 144 en 1995. También estuvo sin playoffs y Serie Mundial en 1994 por primera vez desde 1904, todo por desacuerdos (jugadores y dueños) en el plano laboral.
La temporada 1995 de las Grandes Ligas comenzó retrasada el 25 de abril y finalizó cuando los Bravos de Atlanta derrotaron en una serie de siete juegos por 4-2 a los Indios de Cleveland en el Clásico de Otoño.
La buena noticia -si se pudiera materializar- es que la liga subrayó que «los equipos siguen comprometidos en jugar tantos partidos como sea posible cuando la temporada comience».
«La MLB mantendrá a los aficionados al día de las decisiones relacionadas con los planes para el calendario 2020 en los días y semanas por venir», agregó.
– Incertidumbre en los latinos –
El disparo de salida para el parón en el deporte estadounidense por el coronavirus lo dio la NBA, y le siguieron otras ligas como la MLS, MLB, NFL, NHL y cuanto torneos de tenis programados para marzo en EEUU, como el Indian Wells y el MIami Open, los dos grandes torneos Masters 1000 detrás de los Grand Slam.
De esta última categoría ya el Abierto de tenis de Estados Unidos, en septiembre en Nueva York, fue pospuesto de fecha.
Como en todas las ligas, en el béisbol de Grandes Ligas el nivel de éxito en la superación del coronavirus y la rapidez con que eso suceda son probablemente los factores clave para decidir cuándo y cómo regresan a la acción.
Las Grandes Ligas es, junto a la MLS de fútbol, las dos ligas estadounidenses de mayor fuente de trabajo para jugadores latinos, cuyos países son los más vulnerables ante cualquier desgracia como la de esta pandemia.
Los dominicanos dominan con la mayor cantidad en las Mayores con unos 220 jugadores, incluidos también los de Ligas Menores; Venezuela con unos 130; Puerto Rico figura con unos 55 peloteros; Cuba con unos 40 y Colombia con unos 20, por citar algunos.
Si no hay eventos, no hay televisión y no se generan recursos financieros, algo que perjudica en parte el salario de los jugadores y los trabajadores de apoyo en las instalaciones de las ligas deportivas.
Grandes figuras deportivas que ya cuentan con salarios millonarios han hecho donaciones en efectivo para ayudar a pagar a jugadores de Ligas Menores y trabajadores de apoyo en los estadios (ya lo han hecho varias ligas).
– Jóvenes a la espera de sus ídolos –
A los jóvenes que se inclinan por el deporte ahora solo les queda esperar a ver cómo el gobierno de Estados Unidos vence el coronavirus para regresar a la normalidad y apreciar en las canchas a sus ídolos en acción.
Estelares de Grandes Ligas como Mike Trout, Chris Sale, Alex Bregman, los boricuas Yadier Molina y Francisco Lindor, los venezolanos José Altuve y Miguel Cabrera, y los cubanos Aroldis Chapman, Jorge Soler y Yuly Gurriel se han manifestado en sus redes sociales ansiando que la pandemia sea superada.
La pandemia del coronarvirus le quitó los reflectores al escándalo del robo de señales de los Astros en el 2017, que le costó el puesto en enero al coach A.J. Hinch y el gerente general del equipo, Jeff Luhnow.
Ahora solo queda esperar que la pandemia sea controlada y saber si los últimos campeones de la Serie Mundial, los Nacionales de Washington, son capaces de defender el título.
Fuente: AFP