El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, promulgó el viernes un histórico plan de 2 billones de dólares para rescatar la economía paralizada por la pandemia de la COVID-19, cuando la cantidad de casos de infectados en el país superaba los 100.000.
La iniciativa de intervención económica federal más grande en la historia estadounidense recibió horas antes la luz verde de la Cámara de Representantes, en un día en que la nación registró un récord de 345 muertos y 18.000 nuevos casos confirmados en 24 horas.
«Fuimos golpeados por el enemigo invisible y fuimos golpeados con fuerza», dijo Trump en la Oficina Oval, agradeciendo a demócratas y republicanos «por unirse y poner a Estados Unidos primero», y augurando un «tremendo» repunte de la economía del país una vez termine la lucha contra el nuevo coronavirus.
La firma de Trump pone fin a la dramática saga de una semana de negociaciones en el Capitolio, y permite entregar a millones de afectados por el repetino freno de la actividad económica cheques de hasta 3.400 dólares para una familia estadounidense promedio de cuatro personas.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) teme que Estados Unidos, donde viven casi 330 millones de personas, sea el próximo epicentro de la pandemia, declarada el 11 de marzo tras registrarse el primer caso en diciembre en China.
Trump también invocó el viernes la Ley de Producción de Defensa, una norma de la Guerra de Corea, para obligar al gigante automotor General Motors a cumplir rápidamente su compromiso de fabricar respiradores, máquinas cruciales para mantener vivos a los pacientes con coronavirus gravemente enfermos, escasas en los hospitales.
«GM estaba perdiendo el tiempo», alegó el presidente.
La necesidad es aguda en el estado de Nueva York, el foco de la epidemia en Estados Unidos, donde se han confirmado 44.635 infecciones. El número de muertos allí aumentó el viernes a 519, en comparación con 385 el día anterior, pero el gobernador Andrew Cuomo se mostró optimista porque el incremento en la tasa de hospitalización se ha ralentizado.
Cuomo anunció la creación de hospitales temporales en grandes instalaciones en cada distrito de la ciudad de Nueva York.
– La gente «no puede esperar» –
La ley promulgada por Trump dispone de 100.000 millones de dólares para hospitales y centros de salud que necesitan equipamiento médico. Además, crea fondos de préstamos de 500.000 millones de dólares para grandes corporaciones, incluidas las aerolíneas, y otorga 377.000 millones en subvenciones a pequeñas empresas.
También amplía drásticamente la asistencia por desempleo, que amortiguará el golpe para la impresionante cifra de 3,3 millones de personas que presentaron solicitudes de subsidios por pérdida del trabajo la semana finalizada el 21 de marzo.
«Nuestra nación enfrenta una emergencia económica y de salud de proporciones históricas debido a la pandemia del coronavirus, la peor en más de 100 años», dijo la presidenta de la Cámara de Representantes y líder de la mayoría demócrata, Nancy Pelosi.
El texto fue elogiado por varios legisladores, entre ellos el máximo republicano de la Cámara baja, Kevin McCarthy, como un «crucial salvavidas» para los trabajadores y las pequeñas empresas.
La iniciativa había sido adoptada por el voto unánime de todos los senadores (96-0) la noche del miércoles.
El secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, prometió una rápida distribución de cheques.
«Los estadounidenses necesitan ese dinero ahora, no pueden esperar», dijo Mnuchin a la cadena Fox Business, agregando que los depósitos directos de efectivo estarían disponibles en tres semanas.
Las acciones en Wall Street se hundieron el viernes a pesar de la aprobación de la ley. El Dow Jones Industrial Average cayó 4,1%, el S&P 500, 3,4%, y el Nasdaq, 3,8%.
La votación del viernes en la Cámara baja quedará en la historia no sólo por el monto de la ayuda.
Para evitar contagios, se implementaron reglas de distanciamiento entre los legisladores, lo que supuso que muchos debieran sentarse en las galerías para el público ante la falta de espacio en la sala.
Con el Congreso en receso esta semana, Pelosi abogaba por una votación rápida que hubiera requerido solo unos pocos miembros presentes.
Pero el republicano Thomas Massie, que se oponía a la costosa ley, amenazó con retrasar la adopción de la medida, lo que provocó que cientos de legisladores se apresuraran a regresar a Washington por si se requería un voto nominal.
Finalmente, la Cámara eludió la maniobra de Massie y aprobó el proyecto por aclamación, lo que provocó numerosos aplausos.
Trump atacó a Massie en Twitter como alguien «de tercera categoría».
«¡Echen a Massie del Partido Republicano!», tronó el presidente, uniéndose a un coro de oprobio contra el congresista de Kentucky.