Los precios del petróleo seguían hundiéndose este lunes por el impacto de la pandemia del nuevo coronavirus, con el barril de Brent en su nivel más bajo desde 2002 y el WTI con varias caídas bajo el umbral simbólico de los 20 dólares.
El barril de Brent del Mar del Norte para entrega en mayo se vendía a 22,28 dólares, un nivel no visto desde hace más de 17 años, lo que representa una disminución de más del 10% con respecto a la clausura del viernes.
En Nueva York, el barril de WTI para mayo hizo varias incursiones por debajo de la barrera de los 20 dólares, acercándose al piso de 19,46 dólares por barril tocado el 20 de marzo.
Desde inicios de año, los dos precios de referencia casi se han dividido por tres.
«Esto refleja simplemente la creciente conciencia de que la demanda de petróleo se está colapsando, probablemente mucho más que el 20% que pronosticamos para abril y mayo», según los analistas de JBC Energy.
La crisis sanitaria y las drásticas medidas adoptadas para contener la propagación del virus, como limitar el desplazamiento de personas y de mercancías, golpea con toda su fuerza la demanda de crudo.
Más de 3.300 millones de personas están llamadas u obligadas por sus autoridades a permanecer confinadas en sus hogares, es decir, más del 40% de la población mundial, para intentar frenar la propagación del nuevo coronavirus, que deja unos 35.000 muertos en el mundo, según un recuento de la AFP.
– Víctimas de la disputa –
Dos de los tres principales productores mundiales de crudo, Arabia Saudita y Rusia, se sumieron en una guerra de precios desde el fracaso de las negociaciones a inicios de marzo en el marco del acuerdo entre los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y diez países aliados.
Este acuerdo vincula hasta finales de este mes a los miembros de la OPEP y los diez países aliados, incluida Rusia, y se refiere a una limitación voluntaria de la producción de crudo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, conversó este lunes por teléfono con su homólogo ruso, Vladimir Putin, sobre el sector petrolero, anunció el Kremlin.
«El contexto es siempre el peor posible. Las estimaciones de la demanda se revisan a la baja casi a diario, mientras que por el lado de la oferta todavía no hay ningún signo de reconciliación entre Arabía Saudita y Rusia», afirmó Eugen Weinberg de Commerzbank.
Arabia Saudita anunció este lunes que aumentará sus exportaciones de petróleo a un volumen récord de 10,6 millones de barriles diarios (mbd) a partir de mayo, en medio de su batalla con Rusia por el control del mercado.
Riad negó el viernes cualquier discusión en curso con Moscú para reequilibrar el mercado, informó Al Stanton, analista de RBC, a pesar de la presión puesta la semana pasada por Washington.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, llamó hace una semana al príncipe heredero Mohamed bin Salmán para pedirle «tranquilizar a los mercados energéticos y financieros» frente a la crisis económica mundial que se perfila.
Porque las primeras «víctimas de la disputa» entre Moscú y Riad bien podrían ser los productores estadounidenses, cuyo «petróleo de esquisto sufre una presión considerable» a este nivel de precios, analiza Craig Erlam, de Oanda.
El costa de la extracción difiere para cada empresa pero, según los analistas de JPMorgan Chase, se sitúa en alrededor de 45 dólares por barril en la cuenca Midland en Texas y en unos 55 dólares en la bahía de Delaware, muy por encima de los precios actuales.
«Aunque Estados Unidos siga bombeando cantidades casi récord, los datos de las últimas plataformas petroleras sugieren que quizás no durará mucho tiempo», concluyó Erlam.