El planeta se acercaba este miércoles rápidamente al millón de infectados por coronavirus y a la cifra de 50.000 muertos, mientras Estados Unidos registró la víctima más joven que se conoce, un bebé de seis semanas.

Cuando los gobiernos amplían las órdenes de confinamiento que afectan a la mitad del planeta, agencias internacionales advirtieron que algunas partes del mundo pueden enfrentar escasez de comida si las autoridades no navegan la crisis correctamente.



Más de 900.000 casos han sido contabilizados en el mundo, y casi 46.000 personas han muerto desde que el virus surgió en la ciudad china de Wuhan a fines del año pasado, según un conteo de la AFP basado en cifras oficiales.

«En los próximos días se llegará al millón de casos confirmados y a los 50.000 muertos», dijo el director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.



La inquietud crece en Estados Unidos, que ya ha contabilizado más de 200.000 contagios y al menos 4.600 muertos, según la Universidad Johns Hopkins.

Entre los muertos estadounidenses figura un bebé de seis semanas murió en Connecticut.

«Es con una tristeza que me rompe el corazón que podemos confirmar hoy la primera fatalidad pediátrica en Connecticut ligada al covid-19», dijo el gobernador de Connecticut, Ned Lamont, en su cuenta Twitter.

«Pensamos que se trata de una de las personas más jóvenes en el mundo» víctimas del virus, añadió.

La mayoría de las víctimas del nuevo coronavirus son ancianos, y abundan estremecedoras historias de adultos mayores hallados muertos y solos en España o Italia, países muy afectados por la pandemia.

Pero casos recientes muestran que la enfermedad puede afectar a los más jóvenes.

Los muertos incluyen a un niño de 12 años en Bélgica, un adolescente de 13 años en Francia y otro de la misma edad en Gran Bretaña, que no tenía ningún problema de salud.

Illinois informó el fin de semana de la muerte de un bebé de nueve meses aparentemente ligada al coronavirus.

– Cierran parques de juegos en NYC –

Nueva York, el área más poblada de Estados Unidos, se ha convertido en el epicentro de la pandemia en el país. Camiones regrigerados ya se estacionan frente a los hospitales para hacer frente a la ola de muertos, 1.941 en el estado.

El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, anunció el cierre de los parques de juegos en la Gran Manzana y pidió a la policía ser más agresiva para hacer cumplir las reglas de distanciamiento social.

«Se ven aún demasiadas situaciones de mucha densidad entre jóvenes», dijo Cuomo.

«Usen el espacio abierto en un parque. Caminen por ahí, cojan un poco de sol (…) Sin densidad. Sin juegos de básquetbol. Sin contacto cercano. Sin violar el distanciamiento social, punto. Esa es la regla», recordó.

Alemania extendió hasta el 19 de abril la prohibición de reuniones de más de dos personas afuera, y la canciller alertó que las familias no podrán visitarse durante las celebraciones de Pascua.

«Una pandemia no reconoce vacaciones», dijo.

La crisis ha borrado del calendario grandes eventos como el torneo de tenis de Wimbledon, cancelado por primera vez desde la Segunda Guerra Mundial.

Poco a poco crece también la ola en América Latina, que reportó más de 20.000 casos.

– Más sombras que luces –

El cuadro está por el momento mucho más lleno de sombras que de luces.

Los contagios parecen estabilizarse en España e Italia, los dos países europeos más afectados. Pero los saldos mortales son aún elevados, superiores a los 800 muertos diarios en ambos casos.

«Es un poco ‘escóndete, que viene el bombardeo’. Es un virus en vez de bombas», resume Pepa Peña, de 61 años, una ciudadana de Madrid, la región más golpeada de España por el virus.

Más inquietante es la curva que empieza aparecer en Francia y Reino Unido, con más de 500 fallecimientos en las últimas 24 horas.

– Duplicación de muertos –

La escasez derivada de la pandemia ha provocado protestas en algunos países pobres. «En Nigeria, cuando uno trabaja ya pasa hambre. Imagínese cuando no puede trabajar», dice Samuel Agber, reparador de aparatos de aire acondicionado.

Para frenar la propagación de la pandemia, más de 3.750 millones de personas, es decir, casi la mitad de la población mundial, están llamadas u obligadas a quedarse en casa, algo que no siempre es fácil de cumplir.

En India, la policía mostraba en las redes sociales caras muy distintas: por un lado, efectivos bailando en las calles con cascos que representan el virus para disuadir a infractores del confinamiento, y por otro, agentes golpeando a quienes lo violaban.

– Masacre silenciosa –

En Italia, los médicos están inquietos por los pacientes que dejan el hospital cuando su vida ya no corre peligro, pero que siguen siendo contagiosos.

A algunos de ellos se les envía a geriátricos y pese a las medidas de protección en marcha, hay expertos que temen una «masacre silenciosa» en estas estructuras.

En América Latina, donde se han registrado más de 20.000 contagios y más de 500 muertos, varios países anunciaron una prolongación de las medidas, en un intento de evitar el colapso de sus sistemas sanitarios.

El gobierno argentino estableció cupos para la repatriación gradual de ciudadanos que buscan retornar al país tras el cierre de fronteras.

– Nuevas pérdidas bursátiles –

El cierre temporal de empresas y el parón de la actividad económica que han provocado semejantes medidas en todo el mundo ha dejado a muchos trabajadores sin ingresos y sus consecuencias empiezan a notarse en los países más golpeados.

La ansiedad por el avance de la pandemia volvió este miércoles con fuerza a los mercados, con fuertes pérdidas en las bolsas.

Los ministros de Finanzas y gobernadores de los bancos centrales del G20, que se reunieron el martes por teleconferencia, prometieron ayudar a los países más pobres a soportar el fardo de su deuda y asistir a los mercados emergentes.

La semana pasada, los líderes de este grupo de países ricos y emergentes habían dicho que inyectarían cinco billones de dólares en la economía global para disipar los temores de una recesión.

En Wuhan, el confinamiento se va levantando progresivamente, y los primeros pasos al aire libre de sus habitantes son para homenajear a los muertos.

Paralelamente, China reportó este miércoles 1.367 casos asintomáticos de coronavirus que se suman a los 81.554 contagios registrados, al publicar por primera vez el número de personas actualmente positivas pero sin manifestar fiebre y tos características de la COVID-19.