Cuba, con 515 casos confirmados del nuevo coronavirus y 15 fallecidos, paralizará su transporte público y cerrará los grandes comercios para evitar la expansión de la pandemia, anunciaron el jueves las autoridades.
«Estamos haciendo una paralización total de todos los servicios de trasporte público, estatales y no estatales, en el país» para «contener el avance de esta enfermedad», anunció en la televisión estatal el ministro del Transporte, Eduardo Rodríguez. Esto implica ómnibus y taxis.
Cuba, que entró el martes en la fase de transmisión autóctona limitada de la epidemia, mantiene en cuarentena a sólo seis barrios del país, pero sus autoridades llaman constantemente a la población al aislamiento social para evitar nuevos contagios.
El ministro de Salud, José Portal, aseguró recientemente que no puede descartarse que Cuba entre en algún momento a una fase epidémica (transmisión interna de gran proporción en el territorio), como ya ha ocurrido en la mayoría de países, por lo que tienen que intensificar las medidas de prevención.
El ministro de Transporte aseguró que, pese al llamado a permanecer en las casas, aún hay «movimiento y hacinamiento en los medios del transporte público». Desde el sábado se permitirá solo el transporte de «trabajadores que prestan servicios vitales» y el transporte de carga.
Por su parte, la ministra de Comercio Interior, Betsy Díaz, anunció el cierre a partir del viernes de «la venta en los grandes comercios» de La Habana y el resto del país, para «evitar grandes aglomeraciones de personas», que propician el contagio.
Cuba importa la mayoría de los alimentos que consume y atraviesa con frecuencia por intermitencias en el abastecimiento, tanto por el embargo comercial que le aplica Estados Unidos como por falta de liquidez y atrasos en la reforma de su modelo económico de corte soviético.
La llegada de alimentos de gran demanda como el pollo o artículos de higiene genera grandes filas en los mercados, cuando estos productos son ofrecidos.
«Sólo se mantendrá la oferta de productos en pequeños establecimientos», con insumos de primera necesidad, explicó Díaz.
También se acondicionarán pequeñas tiendas en los municipios «para la venta de productos de alimento, aseo e higiene», y se organizarán ventas móviles de módulos de aseo, para acercar estos insumos a la población.
Se prohibió además la venta de bebidas alcohólicas en los negocios de alimentos. Sólo habrá comida para llevar.