España registró hasta este viernes un total de 19.478 fallecidos a causa del coronavirus, según los datos del ministerio de Sanidad, cada vez más discutidos por algunas regiones.
El ministerio modificó este viernes su metodología de recuento para homogeneizar las cifras enviadas por las distintas regiones, lo que provocó un cambio en los recuentos de los días anteriores.
«Eso puede implicar que, en algunos casos, algunos datos puedan incluso parecer un poco extraños, esperamos que en breve consigamos solucionar ese problema», indicó el responsable del centro de emergencias sanitarias Fernando Simón.
Según esta nueva metodología, hubo 585 fallecidos más en las últimas 24 horas aunque, de acuerdo con el dato global ofrecido el día anterior, este aumento era únicamente de 348 personas, de 19.130 a 19.478 defunciones.
También queda alterado el número de recuperados, que pasa de 74.797 en el recuento anterior a 72.963 en el balance de este viernes. La cifra de casos oficialmente diagnosticado asciende a 188.068 personas.
El baile de cifras llega después de varios días de polémica con algunas regiones, encargadas de recoger los datos y enviarlos al ministerio, sobre los criterios para realizar este recuento.
Hace dos días, por ejemplo, Cataluña (noreste) anunció una nueva metodología de recuento basada en los datos ofrecidos por las empresas funerarias que incluían tanto a las personas con prueba de COVID-19 positiva como a los casos sospechosos pero no confirmados.
Así, las autoridades catalanas notificaron más de 7.500 defunciones por coronavirus, mientras que en el balance ministerial solo se incluyen 3.752 fallecidos (por debajo de los 3.855 reportados el día anterior).
El ministerio de Sanidad emitió este viernes una orden para homogeneizar estos datos, recordando que solo deben incluirse los casos con prueba positiva de COVID-19.
Sin citar a Cataluña, Simón dijo que los datos de una región «no tenían la consistencia que pretendemos dar a las series de datos».
Desde Madrid, la región más afectada, también discuten el recuento: «Hay que ser conscientes de que la cifra de fallecidos es mucho mayor» porque no pudieron hacerse pruebas a todos los sospechosos, dijo el vicepresidente regional Ignacio Aguado.
España es uno de los países más castigados del mundo por la epidemia, que llevó al gobierno a decretar un severo confinamiento de su población desde el 14 de marzo hasta el 25 de abril incluido.
La semana pasada, el jefe de gobierno Pedro Sánchez indicó que las restricciones deberían prorrogarse todavía más antes de empezar una paulatina relajación.