Ramón Antonio Guzmán Peralta, el coronel de la Policía implicado en el presunto sabotaje a las elecciones municipales del pasado 16 de febrero, aclaró que sólo se comunicó con Luis Abinader cuando supo del allanamiento en su contra.

Explica que conoció a Abinader cuando fue designado como su Jefe de Avanzada y que sólo llevaba un mes y 15 días en esas funciones.



Su trabajo consistía en hacer inteligencia y labores de protección a los lugares donde se presentará el candidato, crear las condiciones de seguridad en los lugares donde él va a pernoctar.



Durante una entrevista exclusiva concedida al programa La Cosa como Es, que conduce Edith Febles, aseguró que desde que pasó lo de las elecciones no ha tenido más contacto con Abinader.

En relación a Manuel Regalado, analista de información de la empresa telefónica Claro, explica que lo conoció hace ocho años como parte de su trabajo en el Departamento de Falsificaciones de la Policía y que le parece una persona seria y honesta.

Indicó que en el chat, filtrado a los medios, el técnico de Claro, sólo le estaba contando un día de trabajo.

Agrega que en un momento dado, él le comentó algo que le estaban solicitando, y que él lo que hizo fue aconsejarlo que no se metiera en eso porque le podría traer problemas, y que en ese momento no le vio otro tipo de importancia.

Pero que ellos sí porque aparentemente tenían uno de los teléfonos intervenidos y consiguieron la conversación.

Agregó en la nota que recoge el periódico Hoy que en ese momento, y que por su experiencia que implicar considerar las cosas reales sólo tras depurarlas, él le escribió eso y no tenía mucha validez, y no le comunicó eso a nadie en absoluto, ni siquiera a Luis Abinader. “En lo absoluto. Yo no hable eso con nadie”, dijo.

Lo que pasó el día de las elecciones

El día de las elecciones, el coronel Guzmán estaba trabajando con el candidato presidencial del Partido Revolucionario Moderno (PRM), Luis Abinader, desenvolviéndose en sus funciones propias de Jefe de la Avanzada.

Pero en la madrugada del día siguiente, entre las 3:15 y 3.20 de la mañana, lo llamó su hija mayor, que tiene 26 años de edad, y le informó que un contingente de policías y de civiles que decía eran fiscales y lo buscaban.

Rodearon la casa y le pedían dejarlos entrar, entraron al patio y le estaban dando a la puerta, volaron el portón, y penetraron a la puerta y a la casa. Eran más de 30 hombres entre policías, fiscales y procuradores.

“Le pregunté si tenía conocimiento que la Policía me estaba allanando. Él me dijo que no tenía conocimiento, que fuera al Palacio de la Policía, que él estaba allá, para que investigaran”, explica Guzmán Peralta.

Indicó que por la experiencia que tiene, dudó que el Director de la Policía no supiese que un ejército bajo su mando estuviese en su casa, ese día y a esa hora que no es un allanamiento común, a un coronel de la Policía, asignado a un candidato presidencial-

En ese momento pensó en protegerse, en su integridad física, salió de donde estaba , con su hijo menor y con su esposa y fue a un lugar donde entendía iba a estar seguro, y esperó que amaneciera, habló con sus abogados y se presentó a la dirección general.

Daño hecho a él y su familia

El coronel reveló el dolor que siente por todo el daño que se le ha hecho a él, a su familia y a su carrera, porque tras 34 años en la Policía Nacional fue suspendido y aún no lo han reintegrado.

“Me trataron como un vulgar delincuente. Fue un momento difícil de digerir porque comenzando por el Director General de la Policía Nacional, es un hombre que nosotros prácticamente nos criamos juntos en la institución, surgimos juntos, trabajamos juntos muchos años, siempre nos distinguíamos, sentíamos afecto hasta el momento que sucedió lo que sucedió. No entiendo cuáles fueron las razones que lo llevaron a él a dejarse arrastrar y utilizar, porqué el permitió que se hiciese con un hermano de él, de arma. El daño en sí yo lo siento y lo viví, pero el daño se lo hicieron a la institución y a nuestros hermanos de armas”, expresó.