hoy queremos hablarte de pequeños y simples hábitos que puedes desarrollar desde hoy para mejorar tu situación financiera y lograr que tu dinero ahorrado crezca.
9 métodos cotidianos para ahorrar más
Configura transferencias automáticas:
Algunos bancos tienen opciones para reservar o apartar una cantidad fija de dinero al mes de forma automática. Puedes tener una cuenta intocable destinada en exclusiva al ahorro, usar una cuenta de Paypal o realizar transferencias con periodicidad determinada para ahorrar un porcentaje de tu sueldo.
Planifica en detalle tus compras:
Haz una lista exacta de la compra con un máximo y un mínimo de presupuesto, evalúa las posibles ofertas y descuentos y evita los gastos impulsivos, los caprichos superfluos y la adquisición de artículos innecesarios.
Encuentra alternativas más baratas:
En ámbitos como la ropa, el ocio o la alimentación intenta economizar o apostar por opciones menos costosas, como las marcas blancas. Por ejemplo, estos son los 10 mejores productos de marca blanca en relación calidad-precio, según la OCU.
Calcula los gastos:
Crea un fondo mensual destinado a abonar los gastos como las facturas, los recibos o el alquiler. De esta manera, podrás ahorrar de forma más ordenada.
La tradicional hucha:
El margen de ahorro semanal puede ir a parar a una hucha que no romperás hasta que se llene o en un determinado período de tiempo. En ella tienen cabida la calderilla, las vueltas de las compras diarias o ese billete que te has encontrado por la calle.
Comprométete a ahorrar los extras:
Si has tenido un estupendo mes como freelance, has cobrado la paga extra de Navidad, te ha tocado un pellizco en la lotería o te han pagado un proyecto atrasado, no corras a gastarte el dinero y ahórralo.
Frascos de ahorro específicos:
Puedes tener diferentes botes de ahorro para diferentes fines como ocio, productos culturales, vacaciones y viajes, comer o cenar fuera, formación o gastos del hogar.
Gasta menos en una categoría específica:
En lugar de ahorrar en todos los ámbitos, puedes apostar por hacerlo en un área en la que existan gastos redundantes. Por ejemplo, si pagas por separado para ir al gimnasio, a la piscina y tienes un entrenador personal, concibe la forma de aunarlos en un mismo servicio. Si constantemente tiras comida caducada, replantéate tu forma de consumo.
Dedica tiempo al seguimiento de tus progresos financieros:
Evalúa tus deudas, el dinero que ganas, la evolución de tu cuenta corriente y tus posibilidades de ahorro al final de cada mes.