China declaró el viernes que apoyaba la creación, «después de que ceda la pandemia», de una comisión dirigida por la Organización Mundial de la Salud (OMS) para evaluar «la respuesta mundial» al nuevo coronavirus.
Estas declaraciones se producen después de fuertes presiones internacionales, sobre todo por parte de Estados Unidos y Australia, a favor de una investigación sobre la aparición del patógeno en China.
Esta revisión deberá hacerse de forma «abierta, transparente e inclusiva», dijo Hua Chunying, portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores.
La portavoz precisó que la iniciativa tendrá que ser validada por la Asamblea Mundial de la Salud de la OMS o su consejo ejecutivo, los dos principales órganos de la institución, con sede en Ginebra.
Recalcó así mismo un punto importante: no se trata de una investigación dirigida específicamente a China, sino de una evaluación en torno al conjunto de países del mundo.
Estas últimas semanas, varios países, como Francia, Alemania o Reino Unido, exhortaron al gobierno chino a mostrar más transparencia en su gestión de la epidemia.
Otras naciones, como Estados Unidos y Australia, reclamaron una investigación internacional en China sobre el origen del virus.
Pekín rechazó estos pedidos y denunció una «politización» de la crisis sanitaria.