La jefa del ejecutivo de Hong Kong, Carrie Lam, acusó el martes a Estados Unidos de «doble rasero» en su respuesta a las manifestaciones y advirtió que las restricciones estadounidenses contra el territorio semiautónomo chino afectarían «a sus propios intereses».
En año pasado, entre junio y diciembre, la excolonia británica vivió el mayor movimiento de protesta contra la tutela de Pekín desde 1997, cuando volvió a la soberanía china.
Las manifestaciones fueron con frecuencia violentas, con enfrentamientos entre radicales y fuerzas antidisturbios, que detuvieron a más de 9.000 personas.
Washington es muy crítico con la respuesta de las autoridades de Hong Kong a las manifestaciones del movimiento prodemocrático.
La semana pasada el presidente estadounidense Donald Trump anunció su intención de poner fin a las medidas comerciales preferenciales acordadas a Hong Kong, una represalia a una ley de seguridad nacional que quiere imponer Pekín.
«Hemos visto claramente en las dos últimas semanas el doble rasero que se aplica», dijo Carrie Lam a la prensa.
«Ustedes saben que hay disturbios en Estados Unidos y vemos como reaccionaron los gobiernos locales. Y luego en Hong Kong, cuando tenemos disturbios similares, vemos la posición que adoptan», dijo.
Las autoridades de China y Hong Kong citaron los disturbios de los últimos días en Estados Unidos para justificar la represión desde hace un año del movimiento prodemocrático y el proyecto de ley sobre la seguridad en el territorio semiautónomo.
Estados Unidos lidera las críticas internacionales contra este proyecto de ley chino sobre la seguridad nacional, que la semana pasada recibió el visto bueno del parlamento de Pekín.
El texto prevé castigar las actividades separatistas y «terroristas», la subversión o incluso la injerencia extranjera en la excolonia británica.
Siguiendo el principio de «un país dos sistemas» Hong Kong se beneficia desde su retorno a soberanía china en 1997 de una amplia autonomía, libertad de expresión y justicia independiente.
Pero ahora el movimiento prodemocracia considera que el proyecto de ley es el ataque más grave a su autonomía.
La Ley Fundamental de Hong Kong, un texto que sirve de miniconstitución, preveía la aprobación de esa ley de seguridad. Pero hasta ahora lo intentos de aprobarla habían chocado con la oposición de la población.
«Nada puede justificar que un gobierno, que una economía impongan sanciones a Hong Kong en respuesta a un proceso totalmente legítimo del gobierno central, de las autoridades centrales que tomaron la decisión de poner en marcha leyes para Hong Kong para proteger mejor la seguridad nacional», dijo Carrie Lam.
«Perjudicarán a sus propios intereses en Hong Kong», añadió, en referencia a las amenazas estadounidenses para restringir los privilegios comerciales de Hong Kong.
Lam dijo que hay 1.300 compañías estadounidenses en Hong Kong y que generan para Estados Unidos un excedente comercial más importante que cualquier otro territorio.
También reveló que Hong Kong permite a los estadounidenses entrar sin visado pero que no pasa lo mismo en el otro sentido.
Lam no quiso decir sin embargo si esta disposición se podría reevaluar en caso de sanciones estadounidenses.
China amenazó el lunes con un «contrataque» tras el anuncio de Donald Trump de una serie de sanciones y restricciones contra intereses chino.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Mike Pompeo, dijo el mes pasado que China no daba al territorio su «alto grado de autonomía» como había prometido en el acuerdo sinobritánico firmado antes de la retrocesión.
Fuente: AFP